Tiempo sin traer a Daisy al blog y menos aun sin preparar una receta. Sin embargo, no podía faltar en este septiembre al reto Una galleta, un cuento, que este mes tiene por tema Los cisnes salvajes, propuesto por el blog Hoy cocina Vivi.
Antes de seguir les recuerdo pasar por el blog Pattys cake para que vean el recopilatorio con todas las recetas cuentistas. Este es un cuento de Hans Christian Andersen que yo no conocía, pero que me ha gustado bastante. En él una malvada bruja hechiza a 11 príncipes (sus hijastros) convirtiéndolos en cisnes salvajes, sin embargo, la princesa, Elisa, se da cuenta del embrujo y de que la forma en que puede librarlos de él, es haciendo un voto de silencio y tejiendoles camisas de ortigas. Como ese comportamiento silencioso y masoquista a los demás les parecía extraño, trataron a Elisa como a una bruja y la condenaron a morir en la hoguera, pero ella no dejo de tejer hasta el último momento en el que se aparecieron los 11 cisnes, ella les lanzó las camisas al aire y ellos al acto recuperaron su forma humana pudiendo evitar así la ejecución de su hermana. Para homenajear este cuento preparé una espuma, suave y blanca como los cisnes, acompañándola de mermelada de fresa, como la sangre que Elisa debió derramar mientras tejía las camisas de ortigas para liberarlos.
Algo oscura mi interpretación, pero igual lo es el cuento, así que sin más, les dejo mi receta:
Ingredientes
Leche condensada (190 gramos)
Crema batida (500 gramos)
Ralladura de 3 limones
2 tapitas de ron opcional (y la cantidad también es al gusto)
1 cucharadita de grenetina hidratada en 1/3 vaso de aguaMermelada de fresa, hecha con medio kilo de fresas y 1/3 taza de azúcar maceradas y hervidas.
Lo primero que hice fue la cocción de la mermelada, colocando al fuego las fresas y azúcar con muy poquita agua, fui macerando y removiendo constantemente para que tuviera la consistencia deseada. En mi caso fueron 15 minutos. Algo que hay que tener en cuenta es que una vez se enfríe va a espesar un poco más. También hay que decir que la mermelada es opcional, puedes preparar sólo la espuma.
En el caso de la espuma vamos a integrar todos nuestros ingredientes uno a uno con la batidora. Daisy no tiene batidora, la pobre, por lo que le toco darle duro a la cuchara. Como sabor a mi espuma le puse ron, pero pensando en los niños decidí agregar ralladura de limón para poder darles la opción de omitir el ron y dejar la ralladura de limón que da un sabor muy sútil pero que se acompaña muy bien con la mermelada de fresa. Antes de agregar la grenetina, hay que hidratarla durante 10 minutos y diluirla a baño maría para que nuestra espuma se cuaje.
Para servir nosotras pusimos un poquito de mermelada en el fondo de un recipiente y encima serví la espuma que hay que meter al refrigerador para que se cuaje. Es un postre muy suave y esponjoso, que a pesar de ser frío, no llega a sentirse como tal.
Ahora podemos sentarnos a disfrutar de nuestra deliciosa espuma y del cuento propuesto en esta ocasión.
Díganme ustedes ¿qué les parece la receta de hoy? ¿Se les antoja?
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