Lo compré con la esperanza de que luciera en alguno de mis decorados fotoblogueros, era simple y un tanto soso, pero debidamente maqueado podría servir... un encajito mono, un lazo o junto a un Pompón y podría rellenar con éxito mis dulces decorados, así que no dudé en echarlo al carro... sí, el carro de Ikea nuevamente, mi chico ya me deja por imposible :-(
Al llegar a casa, sin saber cual sería su ubicación definitiva (un día me quedaré yo fuera de la casa para meter todo lo que compro), lo puse temporalmente junto al televisor de la cocina... allí estaba, inútil y solitario esperando su momento de gloria... eso o ser bajado al sótano con el resto de cositas que sólo sirven una vez para rellenar alguna foto.
Un día, mientras veía la tele, me lo imaginé con un gran muffin de cocholate en su interior, nunca pensé que un simple macetero de acero podría dar vida a una de mis creaciones, pero como podéis observar ha pasado a ser el protagonista de esta receta.
La magdalena gigante en cuestión no es más que una modificación de unos Muffins de Arándanos y Crema de Queso que en su día le robé a Paula, todavía recuerdo el consejo que Yolanda me dejó en los comentarios sobre un cambio que tuve que hacer en último momento por no tener yogur, me recomendó usar Buttermilk en lugar de leche y así lo he hecho en esta ocasión.
MUFFIN XXL
(Para 4 Personas)
1 Huevo
120 gr Azúcar
85 gr Aceite Oliva Suave
120 gr Leche Entera + 10 ml Zumo Limón = Buttermilk
200 gr Harina
40 gr Cocholate Puro Polvo (Yo he usado Hershey´s)
16 gr Levadura Polvo
50 gr Cocholate Postres 70% Troceado o Gotas de Cocholate
Macetero Acero Galvanizado Ikea como Molde
CREMA DE COCHOLATE
50 gr Cocholate Postres 70%
3 Cucharadas Leche Entera
Para el Muffin
Lo primero es mezclar la leche y el zumo de limón y dejarlo actuar mientras preparamos los ingredientes.
Ponemos el horno a 180º C para que se vaya calentando.
Preparamos también nuestro molde, en este caso un macetero de acero galvanizado de Ikea, al que ponemos un papel de horno o papel vegetal adaptándolo para que quede con la forma del molde.
Pesar la harina, el cocholate en polvo y la levadura. Mezclar, tamizar y reservar.
Batir el huevo con el azúcar con unas varillas eléctricas durante unos minutos a velocidad media alta.
Incorporar el aceite y la buttermilk.
Añadir poco a poco la mezcla de sólidos tamizada justo hasta incorporar y añadir el cocholate troceado integrándolo con ayuda de una espátula.
Verter la mezcla sobre el papel en nuestro molde y hornear a 180º C hasta que esté listo... paciencia, es mucha masa en poco espacio, yo lo he tenido casi una hora, aunque ya sabéis que mi horno es horno-tortuga, jajaja.
Sacar del horno, retirar del molde y dejar enfriar.
Rellenar con la crema de cocholate.
Para la Crema
Poner el cocholate troceado junto con la leche en el micro a potencia de media en intervalos cortos de 15-20 segundos, moviendo la mezcla y vigilando que no se queme hasta que quede una mezcla homogénea. Reservar y dejar enfriar.
Introducir la crema en una manga pastelera con boquilla para rellenar y reservar hasta su uso.
Es suave, esponjoso y con un intenso sabor a cocholate, eso sí, no esperéis un dulzor potente, más bien el punto amargo del cocholate, por eso no es apto más que para los muy cocholateros.
Un Muffin para 4... o no, jajaja, eso ya depende de lo glotones que seamos, pero eso sí, me sabe mejor compartido ¿Gustáis?
¿Os gustan los Muffins? ¿Cómo que no los habéis probado? ¿Y a qué estáis esperando?
Si preferís porciones individuales sólo tenéis que verter la mezcla en unas cápsulas para magdalenas y listo, pero no dejéis de degustar este abizcochado pecado.
Nos vemos pronto Churretos@s.
Besos.
Raquel