Ingredientes:
150 gr azúcar
125 gr harina
250 gr calabaza limpia, cocida y triturada.
1 huevo grande
50 ml de aceite de girasol
1 cucharadita y media de levadura química.
1/2 de cucharadita de jengibre molido
1 cucharadita de canela en polvo.
una pizca de sal
Preparación:
Tenemos que pelar, limpiar, cortar y cocer la calabaza en un cazo hasta que esté tierna (yo la cuezo al vapor para que no pierda color, ni sus propiedades, de esta manera mantiene todas sus vitaminas) Aproximadamente en 15 o 18 minutos ya está blandita.
Cuando esté cocida, la pasamos por un pasapurés, turmix o batidora y la trituramos. El puré resultante lo reservamos.
En un bol grande, tamizamos los ingredientes secos: harina, levadura, jengibre, canela y sal.
En otro bol pondremos el azúcar y el aceite y batiremos con unas varillas eléctricas hasta que esté bien disuelta. Añadiremos el huevo y batiremos bien para que la masa coja aire. Ahora añadiremos el puré de calabaza a cucharadas, sin dejar de batir a velocidad media, hasta que se mezcle por completo.
Por último añadiremos los ingredientes secos tamizados.
Precalentamos el horno a 180ªC y preparamos una bandeja con las cápsulas de papel.
Sólo llenaremos las 2/3 partes de las cápsulas, si no se nos desbordará el molde. Yo utilizo una cuchara para servir helado como medida, para dosificar la misma cantidad en todas las cápsulas.
En este punto, se me olvidó comentaros que puse en el centro de cada muffin un poco de azúcar con una cucharilla. (tomé la foto antes de ponérsela, ¡ups!)
Metemos en el horno de 20 a 25 minutos. Debéis comprobar a los 20 minutos si los muffins ya están horneados, clavando un palillo, si éste sale limpio, ya están cocidos, si por el contrario todavía les faltara un poco (eso depende de cada horno) los dejáis un par de minutos más, ¡pero tened cuidado no se os quemen! Ir comprobando de vez en cuando si ya están hechos.
Cuando estén, dejar enfriar 10 minutos antes de retirarlos del molde, luego los podemos desmoldar y dejarlos en una rejilla de horno para que se terminen de enfriar por completo. Mirad que pinta tan ricaaa! Y son super saludables. También los podéis hacer para el desayuno o la merienda de los peques, ¡seguro que repetirán!
Saludos
María José
¡Y no os olvidéis de poner un dulce en vuestra vida!