Vuelvo con las pilas super cargadas, la verdad es que he pasado un verano estupendo que me ha permitido disfrutar mucho de los míos. Ahora ya toca ir pensando en las Navidades, jeje (que horror, como vuela el tiempo)
Pero bueno, aquí estoy con una receta rica, rica y de aprovechamiento, ya que usé una calabaza que ya no sabía que hacer con ella. Resulta, que cada poco mis padres me traen calabazas que les regalan sus vecinos que tienen un huertito que da cantidad de cosas ricas, y como a ellos se le acumulan, pues lo reparten con mi hermana y conmigo. Pero yo estoy en las mismas y la imaginación para prepararlas, se me acaban, así que se me antojó hacer muffins de calabaza. Os aseguro que están de morirse!
Ingredientes:
250 gr de puré de calabaza
170 gr de harina normal
120 gr de mantequilla sin sal
150 gr de azúcar blanca
2 huevos (apostar siempre por los camperos o de corral, gallinas criadas al aire libre)
180 ml de buttermilk (leche con unas gotitas de limón)
2 cucharaditas de canela (o al gusto)
1 cucaradita de cardamomo en polvo (o al gusto)
10-12 nueces
2 cucharadas de semillas de amapola
1 cucharadita de levadura
1 cucharadita de bicarbonatoElaboración:
Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo. Si es con aire 160º
Preparamos el buttermilk, para ello, cortamos la leche con unas gotitas de limón.
Batimos los huevos con el azúcar hasta tener una textura cremosa.
Derretir la mantequilla y añadirla poco a poco.
Incorporar el puré de calabaza.
En otro bol, tamizar la harina, la levadura, el bicarbonato y las especias.
Lo echamos a la mezcla anterior alternando con el buttermilk y añadimos las semillas de amapola y las nueces.
Repartimos en las cápsulas o papeles para muffins hasta casi arriba.
Horneamos durante 20-25 minutos o hasta que al introducir un palillo salga limpio.
Y voilá, esponjosos, suaves, especiados... uhmmm, creo que voy a comerme otro! os dejo hasta la próxima, besitosssss