¡Hola guapetones!!!!
Pues se ha acabado lo bueno y hay que volver al lío. Ojalá haya sido un buen verano para tod@s, pero espero que no os hayáis olvidado de mí después de estas largas vacaciones. Para mí han sido unas semanas fantásticas porque he descansado un montón y he desconectado de todo, que buena falta me hacía.
Resulta que he cumplido medio siglo ( ya sólo me quedan 50 para llegar a los 100) y obviamente estoy bastante afectada, jajaja. Será por eso que me ha dado el rollo nostálgico, y es que empezar septiembre me ha recordado al colegio, a los libros nuevos forrados con aironfix, al uniforme y a los zapatos gorila (preciosísimos...). Y también a las natillas de mi madre, con aquella galleta maría reblandecida que yo intentaba comer a trocitos muy pequeños para que durara más.
Admito que por pereza las suelo comprar junto con los yogures (ya, en casa del herrero...), pero no las tenía publicadas todavía en el blog y es uno de esos básicos imprescindibles que hay que hacer, o por lo menos saber cómo se hacen, verdad? Así que aquí las tienes por si nunca las has hecho y te animas a hacerlas porque siempre estarán mejores que ninguna que compres, eso seguro!
Ingredientes:
- Medio litro de leche
- la piel de un limón
- una ramita de canela
- 4 yemas de huevo
- 150 gr. de azúcar (esto es al gusto, si te gusta más dulce le pones más)
- 1 cucharadita de maizena
- galletas maría
- canela en polvo
Elaboración:
1. Empezamos poniendo a calentar la leche con el azúcar, la piel del limón y la rama de canela. Cuando hierva lo apagamos y lo dejamos templar.
2. En un bol ponemos las yemas y las mezclamos con la cucharadita de maizena. Vamos añadiendo la leche (que habremos colado previamente) poco a poco hasta integrarla toda.
3. Volvemos a poner esta mezcla a fuego medio, sin parar de remover hasta que espese. Lo retiramos en seguida para que no se corten.
4. Ponemos las natillas en los cuencos o recipientes que queramos y adornamos con una o dos galletas maría y un poco de canela en polvo. Si quieres puedes montar una de las claras de huevo a punto de nieve con dos cucharadas de azúcar para acompañar la galleta. Ahora hay que meterlas en la nevera para que se enfríen y ya las podemos disfrutar!
¡Hasta el miércoles y que tengas un buen día!