Para ello se ofrece una guía práctica online, que da la información que el consumidor necesita saber a la hora de adquirir pescado sostenible. Además, se dan consejos sobre la manera de comprar, como la etiqueta, el origen y el sistema de captura, además del impacto de la actividad pesquera en el ecosistema marino.
La guía establece que algunas opciones para comer pescado responsable serían el bonito del Norte de la flota vasca capturado con caña, la anchoa del Cantábrico pescada con cerco, los mejillones de bateas del Atlántico o la bacaladilla del Atlántico Norte.
Otras recomendaciones que da a conocer la organización WWF sobre la compra es hacerlo en lugares siempre autorizados, y añadimos que si son de confianza, mucho mejor. El consumidor debe fijarse también en el buen y correcto etiquetado, pues nos da mucha información y pistas sobre la procedencia del pescado, y no solo eso; los datos que precisamos para saber si se trata de una compra responsable.
La guía también recomienda la compra de pescado o de marisco siempre según las tallas mínimas exigibles. Buscar referencias sobre la pesca de cada uno de los pescados, pedir asesoramiento y más cuando no se sabe con exactitud, son viables para ayuda en la compra del día a día.
El consumidor es eje central y protagonista de que la pesca responsable sea un hecho. Sin ir más lejos, un 60% de los españoles estaría dispuesto a pagar más si tiene garantías de que el pescado es sostenible. Estos datos ofrecidos por Greenpeace destacan que los españoles reducirían o retirarían el pescado o el marisco de su dieta si con eso contribuyen a proteger los océanos en un 82%.
Según diversas asociaciones, se necesita algo más de concienciación por parte de la población y de las autoridades para que la pesca sea cada vez responsable. Y para ello son necesarias más campañas de información, directas y claras.