Hoy traigo una receta de carnaval muy típica de Galicia, las orejas de carnaval. Si os soy sincera es la primera vez que me implico al 100% para hacer las orejas, y no es que me faltaran ganas, pero ocurre que por aquí es una receta casi exclusiva de abuelas y mamás y oye, que me costó un montón que me dejaran hacerlas a mi sola jajaja.
Bueno, sin más líos vamos directamente con la explicación: para hacer las orejas la clave es la MASA. Si, efectivamente está escrita en mayúsculas y la razón es que es la clave para que el resultado final de las orejas sea de 10 (finas, crujientes, con sabor a anís y el punto justo de sal). Se trata de una masa muy sencilla de hacer, así que animo a aquellos que tengan reparo a hacer recetas que impliquen amasado, que se animen
Ingredientes
425 gramos de harina
1 huevo
1 cucharadita de sal
80 gramos de manteca
Medio vaso de leche
Medio vaso de agua (más lo que la masa nos vaya pidiendo)
Chorrito de anís
Una cucharadita de canela
Ralladura de limón
Ingredientes para las orejas (faltan el anís y la canela)
Lo primero es hacer un volcán con la harina (os recomiendo que lo hagáis dentro de un recipiente como por ejemplo un bol o bandeja de horno) Ahora echamos en el interior del agujero todos los ingredientes, e iremos mezclandolos con la harina con la ayuda de un tenedor.
Volcán con ingredientes
En cuanto veamos que la mezcla ha cogido un poco de consistencia es el momento de pasar del tenedor a las manos. Ahora toca armarse de paciencia e ir amasando hasta que la masa esté fácil de trabajar (blanda y elástica). Si véis que se queda muy dura añadir un chorrito de agua y seguir amasando un rato (el agua aún tarda en unirse bien a la masa), si después de eso sigue dura, añadir otro poco de agua. Podréis hacer esto las veces que queráis hasta que la masa no se os pegue en las manos, pero os recomiendo que lo hagáis poco a poco para evitar pasaros.
El anterior proceso a mi me llevó unos 20 minutos, al ver que la masa ya tenía el punto correcto hice una bolita, la envolví de film transparente y la dejé reposando 2 horas en el frigorífico (podríais usarla directamente pero a la masa el reposo le va bien para que adquiera consistencia).
Una vez la masa haya reposado toca hacer las formas de las orejas. Os recomiendo que trabajéis la masa con el rodillo por porciones pequeñas y no toda de una vez puesto que de esta manera será más fácil que quede fina. Una vez tenemos la masa estirada cortamos los trozos como más nos guste (no os podría decir una forma determinada porque yo lo hago como sale y estoy segura de que esto es así en todas las casas en las que se hacen orejas jaja).
Ahora toca el momento de freírlas, para ello debemos calentar una cantidad generosa de aceite en una sartén, e ir añadiendo las orejas de una en una (para evitar que el aceite se enfríe, en tal caso chuparían aceite y para trabajarlas mejor sin que se nos quemen). Cada vez que se saquen de la sartén se pasan a una fuente con papel absorbente para que recoja el aceite que se ha quedado en exceso en las orejas.
Una vez que todas las orejas estén hechas y frías es el momento de espolvorearles azúcar por encima. Yo lo he hecho con azúcar glass y con canela, pero hay quien lo hace con azúcar granulado.
Y esto es todo, espero que os haya gustado la receta de hoy, espero volver esta semana con una receta hecha especialmente para el día 14.
Saludos y hasta la próxima :)
"Y que el silencio se convierta en carnaval"