Comparto con vosotros otro de esos básicos que me encantan, porque dan mucho juego dependiendo de cómo aliñes la carne: unas hamburguesas.
Me gusta hacer la mezcla de carnes en casa. Creo que jamás he comprado una hamburguesa en la carnicería. El primer motivo es conocer la carne que lleva, y la segunda es aliñarla a mi gusto.
Os paso la preparación para unas 8 hamburguesas pequeñas, hechas con panecillos rústicos.
Ingredientes:
- 400 gr de carne picada de ternera
- 400 gr de carne picada de cerdo
- 2 cucharadas de tomate confitado
- 1 cebolla
- 5 dientes de ajo
- 1 rebanada de pan de molde
- 1 huevo
- 1 puñado grande de perejil
- sal y pimienta
- hierbas provenzales
- un poco de leche
Para el acompañamiento:
- 8 panecillos rústicos
- 1 tomate de ensalada
- 2 cebollas
- crema de queso, en este caso, de queso curado
- ketchup
Preparación:
Ponemos a remojo la rebanada de pan de molde en un poco de leche.
Mezclamos en un bol las dos carnes, un puñadito de sal, un puñadito de hierbas y un poco de pimienta.
Picamos la cebolla bien pequeña y la añadimos. Hacemos lo mismo con los ajos y con el perejil.
Escurrimos un poco el pan, lo desmigamos y lo añadimos a la mezcla. Añadimos también el huevo y el tomate confitado. Lo mezclamos todo bien. A mí me gusta hacerlo con las manos para asegurarme bien de que queda todo incorporado.
Taparemos la masa con un trozo de papel film y la reservamos hasta que vayamos a cocinar las hamburguesas. El truco para que no se seque la carne es poner el plástico tocando la carne, quitando las bolsitas de aire que puedan quedar.
Hamburguesas caseras – paso a paso
Ahora vamos con la preparación para el emplatado.
Hacemos la forma de las hamburguesas del ancho de los panecillos. Las hacemos a la plancha para que queden tostaditas por fuera y al punto que nos guste por dentro.
Cortamos el tomate en rodajas y reservamos.
Cortamos la cebolla en rodajitas. Preparamos un cuenco con harina y sal. Las enharinamos bien y las freímos en abundante aceite caliente hasta que estén doraditas. La reservamos sobre un papel secante.
Tostamos el interior de los panecillos y los untamos con un poco de queso en una mitad y de ketchup en la otra (o sólo con queso, que es cómo me gusta a mí). Y ya podemos montarlas.
Sobre una mitad del panecillo ponemos una rodaja de tomate. Encima ponemos la hamburguesa y sobre ella un puñado de cebolla frita.
Y ya está. A partir de aquí cada uno le pone lo que quiera. A mí así me gustan porque quedan muy gustosas, pero hay varias variaciones que he hecho otras veces:
- añadir crema de queso para “dipear” a la masa;
- añadir un pimiento asado bien picado;
- añadir queso rallado a la masa;
- etc.
Hay para todos los gustos
Pues eso. Ésta es mi versión. ¿Y la vuestra?
¡Que aproveche!