El pan está en la base de la pirámide alimentaria y las calorías asociadas al pan son de liberación lenta, sobre todo si es integral, por lo que, comer pan cada día puede ser bueno y saludable siempre que sea un alimento de calidad y lo hagamos en el marco de una dieta saludable.
La verdad es que muchos de los panes que venden en los supermercados hoy en día nada tienen que ver con aquellas hogazas crujientes que hacían nuestros abuelos en los hornos de leña.
Por eso de un tiempo a esta parte se está poniendo de moda hacer nuestro propio pan en casa. Hacerlo es más sencillo de lo que crees, tan solo te hace falta: harina, levadura, agua y un poco de sal. Bueno y lo que también te vendrá muy bien es tener una panificadora.
Si cuentas con ella el proceso se simplifica de manera considerable ya que ella es capaz de realizar el proceso completo para obtener un sabroso pan: mezcla los ingredientes, amasa, controla el proceso de fermentación y cuece la masa. Prácticamente solo nos tenemos que preocupar de elegir los ingredientes.
Te dejo la receta para preparar un pan básico y sencillo. Puedes modificarla a tu gusto, añadiendo diferentes tipos de harina y demás.
Ingredientes
500 g de harina de trigo
10 g de levadura de panadero
300 g de agua tibia
10 g de sal
Preparación
Vierte la levadura sobre el agua y déjala reposar durante unos 10 minutos.
Mezcla la harina y la sal en un bol.
Abre un agujero en el centro de la harina y echa la mezcla del agua y levadura.
Mezcla en sentido circular, hasta que la mezcla se despegue de las paredes del recipiente.
Espolvorea una superficie plana y extiende la masa.
Estírala y dóblala durante unos 15 minutos hasta obtener una masa homogénea y suave.
Coge la masa y haz con ella una bola. Introdúcela en el bol, previamente limpio, seco y untado con un poco de aceite de oliva.
Tapa con papel film y deja reposar durante 1 hora. En este tiempo la levadura actuará y hará que la masa duplique su tamaño.
Transcurrido este tiempo vuelve a amasar, esta vez en sentido circular otro rato. Repite varias veces.
Dale a la masa la forma de pan deseada y ponla a fermentar durante 50 minutos más sobre la bandeja de horneado. Cúbrela con un paño limpio.
Precalienta el horno a 250 grados.
Coge una bandeja más pequeña y llénala con agua. Ponla en la base del horno. Introduce la masa en el horno.
Deja hornear por 20 minutos, retira la bandeja con agua, baja la temperatura a 200 grados y hornea 15 minutos más.
Déjalo enfriar y consúmelo, preferiblemente, al día siguiente.
Te animo a que hagas pan en casa y ya me contaras la diferencia con el que compras diariamente. Ahhh y si no te sale perfecto a la primera, no desesperes… ya sabes que el oficio hace al maestro.