He querido empezar esta nueva temporada con un pan de chapata porque lo tenía en pendientes, tenía que haberlo publicado este verano junto a mis compañeros del reto #Elpanperfecto, ese reto sin reglas y sin obligaciones, que nos propuso Marga de Azafranes y Canelas para aprender y perder el miedo a hacer pan.
Este reto lo empezamos con panes sencillos como el pan de soda irlandés, luego hicimos un pan sencillo sin amasado, después una riquísima focaccia......vamos aumentando la dificultad, así que para este verano, Marga nos propuso intentar hacer un pan de chapata que es un poco más costoso.
Tengo que ser sincera y deciros que este pan lo he hecho 3 veces, no me ha salido a la primera, no es que las otras dos no estuvieran buenas, el pan estaba crujiente y rico, pero me salieron feas y la miga no tenía los huecos que debe tener una chapata.....bueno, después de mucho practicar, creo que ya me han salido bastante bien, aunque aún tengo que seguir practicando y mejorar!!!
Como con los otros panes que he hecho, sigo las indicaciones de Ibán Yarza en su libro "Pan casero" que me parece que lo explica de maravilla.
Ibán hace la chapata con un prefermento o poolish, donde se usa casi toda la harina de la receta. Luego, para hacer la elaboración final del pan, a esa cantidad de fermento le añade un poco de harina, agua y nada de levadura.
La masa de la chapata es muy líquida y pegajosa, pero va cambiando y evolucionando a medida que la vamos doblando durante todo el proceso de fermentación.
Vamos con la receta!!
Ingredientes:(2 chapatas)
La harina panificable que se utiliza, es la harina que tiene entre un 10 y un 11% de proteína, no es la harina normal que utilizamos para todo ya que esta suele tener un 9% de proteína, como yo no la encontré he usado mitad de harina normal y mitad de harina de fuerza.
Para el poolish:
450g. de harina panificable.
450ml. de agua.
7g. de levadura fresca.
Para la masa final:
Todo el poolish.
300g. de harina panificable.
120ml. de agua.
14g. de sal.
Modo de hacerlo:
El poolish:
Pon el agua en un bol y añade la levadura en trocitos, remueve bien hasta que se disuelva la levadura.
Añade la harina y remueve unos minutos hasta que se quede una masa homogénea.
Tapa el bol con papel film y deja que repose hasta que doble su volumen y esté lleno de burbujas.
La masa final:
Pon en un bol grande todo el poolish, la harina, el agua y la sal, mezcla todo bien y amasa.Como la masa es muy pegajosa, en vez de utilizar las manos, puedes hacerlo con una espátula o cuchara de madera o silicona.
Remueve durante unos 20 segundos cada 5 minutos durante una media hora.
Dobla la masa sobre sí misma cada vez que lo hagas.
Irás viendo cómo la masa va mejorando cada vez que vuelves a manipularla.
Pasada la media hora de amasado, pon la masa en una fuente o bandeja rectangular untada con un poquito de aceite.
Dobla la masa por los cuatro lados, como si fuera una hoja de papel que quieres hacer más pequeña. Mójate un poco las manos con agua para que no se te pegue la masa y te sea más fácil de manejar. Dobla primero por un lado, luego por el otro, dale la vuelta a la bandeja y haz lo mismo con los otros dos lados.
Repite la operación al cabo de media hora, espera otra hora y vuelve a repetir lo mismo.
Deja que pase media hora más y verás que la masa se ha hinchado y crecido mucho.
Espolvorea bastante harina por la mesa de trabajo y vuelca la masa con cuidado.
Ayudándote de la harina que has echado, ves dándole forma de rectángulo.
Corta la masa en dos o tres tiras, eso depende del tamaño que quieras que tengan, y ponlas sobre papel de horno. Haz los cortes con un cuchillo y separa enseguida un trozo del otro para que no se vuelvan a pegar.
La masa debe estar llena de aire, pero si ves que no lo está, espera media hora más.
Precalienta el horno a 250º.
Pon las chapatas sobre la bandeja del horno y hornea durante 15 o 20 minutos o hasta que veas que empiezan a estar doradas.
Baja la temperatura del horno a 220º y termina de cocerlas unos 30 minutos más.
Sácalas del horno y deja que se enfríen. Si te gusta el pan de chapata y tienes paciencia te aconsejo que pruebes a hacerlo en casa....es un pan crujiente y sabroso, está riquísimo!!!
Y si le pones un poquito de tomate natural, un buen chorrito de aceite de oliva y un buen jamón o queso ya es una delicia!!!
Lo más importante y dificultoso de este pan es que tienes que respetar los tiempos del reposo, es cuestión de paciencia y de no tener prisa.
Como no se amasa a mano no tienes la duda de si lo has hecho mal o si tienes que seguir amasando.
Las chapatas no son un pan perfecto, cada una queda de una manera y puede que incluso estén feas, pero eso da igual, no importa.
Espero que te guste.