Años llevo haciendo Pitas, y hasta el otro día, no encontré los consejos para que quedaran PER- FEC- TAS.
Cada vez que veo un pan publicado, leo la entrada por si aprendo algún truco o técnica nueva. Lo siento, cada uno tiene sus aficiones, y ya sabéis a los que pasáis por aquí, que hacer panes es una de las mías.
Pues como iba diciendo, de casualidad en el Fb { léase feisbuk } vi la foto que había subido Ester, y para su BLOG " LA CUINERA" que me fui. Aunque hace meses que sigo sus publicaciones, no fue hasta esa noche cuando me dí un buen paseo por su cocina, con tranquilidad leí sus recetas y vi las cosas tan ricas que hace. Así, que cien por cien recomendable, os va a encantar y como persona, mucho más.
Ahora os dejo la receta y el paso a paso.
Los trucos esenciales para alcanzar la perfección, al final, como las películas de suspense.
NECESITAREMOS {PARA 20 PITAS}
**Todas las harinas no admiten la misma cantidad de líquido, así que sobre las medidas indicadas, siento decir que tendréis que ajustar gramos arriba o abajo, la que vosotros necesitéis**
En la receta original, Ester utilizó harina de media fuerza, yo las pitas las suelo hacer con harina común de trigo, que me funciona bastante bien. De esa forma, evito que se encoja la masa cuando la estiramos, pues es más pobre en gluten.
Pero cada uno que utilice la harina que prefiera.
CÓMO LAS HAREMOS
Pondremos todos los ingredientes en un cuenco y amasaremos. Es una masa blanda y pegajosa. También la podemos hacer en la panificadora, en el programa de amasar. Sea cual sea, el método de amasado, no caer en la tentación de añadir más harina.
Formamos una bola y la dejamos reposar en un cuenco grande, hasta que triplique volumen. Habrá tardado poco más de dos horas, ya sabemos que el frío influye bastante. Así que en verano necesitará menos tiempo.
Volcamos la masa sobre la encimera a la que habremos pasado un poco de aceite para que la masa resbale un poco al cortarla. Sigue siendo una masa pegajosa, fijaros en mis manos, están bien manchadas.
Cortamos porciones de ochenta gramos hasta acabar.
Pondremos harina abundante en la encimera, y cogemos la porción de masa, la pasamos por la harina, pues es demasiado pegajosa
Con las dos manos intentamos dar forma de bola a la masa, haciendo que queden los pliegues en la parte de abajo.(foto central superior)
La bola ya formada, la dejamos sobre la harina, aplastamos ligeramente y le damos la vuelta para que se enharine por las dos caras.
Empezamos a aplanar la masa, con los dedos al principio, para ir sacando el aire poco a poco.
La vamos girando sobre sí misma y seguimos aplanando y estirando con las manos. En este proceso, seguimos desgasificando la masa, aunque ya os digo, que es una masa blanda.
Cuando ya tenemos la masa estirada, es el momento de pasar el rodillo y dejarla bien fina. Una vez en el horno, ya veremos como se hinchan las pitas y se quedan huecas.
Según las vamos formando, las dejamos en una bandeja. No importa que pongamos unas sobre otras, porque al estar enharinadas por las dos caras, no se pegan ni deforman.
Encendemos el horno a 250º y muy importante, la bandeja del horno la dejaremos dentro para que se caliente a la misma vez.
Una vez el horno caliente, sacamos la bandeja y colocamos las pitas que nos quepan sobre ella. Tendremos que hacer varias hornadas.
Posición media a 250º y calor arriba y abajo harán que nuestras pitas queden en su punto, blancas, huecas, infladas, blandas y flexibles.
En cinco minutos estarán listas, mirad la diferencia que hay, el volumen que tienen una vez cocidas, parecen un pez globo. No esperéis ver el pan tostado, lo característico precisamente de las pitas es lo claro que queda.
Según las vamos sacando, las guardamos en una bolsa de tela o las tapamos con un paño.
Ya sólo nos queda, esperar a que estén templadas y cortar un trozo para rellenarlas de lo que más nos apetezca.
Cuando terminé de hacerlas, era hora de un picoteo ligero de media mañana, con aceite de oliva y unas lonchas de queso de cabra, me pareció perfecta.
CONSEJOS O TRUCOS PARA LA PITA PERFECTA:
La masa hay que estirarla lo más fina posible.
Aunque sea una masa pegajosa, no le añadiremos más harina mientras amasamos.
El horno tiene que estar bien caliente.
Es muy importante que la bandeja del horno también esté bien caliente al poner nuestras pitas antes de llevarlas al horno. Este truco para mí ha sido el quid de la cuestión.
Cuando vayamos a estirar la masa, tiene que estar la superficie bastante enharinada y el rodillo también para que la masa no se nos pegue.
Lo importante es que se hinchen, no que tengan una forma perfecta.
Se puede conservar un día perfectamente dentro de una bolsa de pan. Aunque cuando están frías, las pongo en una bolsa de plástico.
También podemos congelarlas, envueltas de forma individual en papel film, al sacarlas las pasamos por el tostador o una plancha caliente, y quedan como recién hechas.
¿Vosotros habéis probado alguna vez los Molletes de Antequera? pues así de blandas quedan. A mí este pan me los recuerda muchísimo.
Para una cena informal, o cuando tienes un montón de gente joven en casa, son todo un acierto. Llevas los panes a la mesa y distintos platos con los rellenos y salsas y ya te puedes imaginar lo contentos que se ponen.
Esta otra Pita iba rellena de ternera aliñada con curry, pepinillos en dados, queso de cabra, tomate en rodajas y salsa de yogur.
Ya os digo, para una comida o cena informal, os harán la ola.