Si hay una tapa típica de la zona, esa, a mi parecer, es la de las papas "aliñás", fáciles, baratas y que gusta a todo el mundo. Así solas están tremendas, pero si luego las queréis acompañar de melva en aceite, o atún....ya ni os cuento el resultado....
Pero..... por qué en algunos sitios están demasiado duras, o quedan con una textura un poco fea?, os cuento un par de secretos que me enseñó mi madre, y el resultado es estupendo.
En primer lugar, es un plato que no conviene hacer de un día para otro, ya que no se pueden meter en la nevera, si no, se ponen "zapateras", que no tiene nada que ver con la política, sino que se ponen feas de textura. Así que conviene hacer una cantidad más o menos justa para consumir en el día.
Cantidades no os puedo poner, ya que esto depende de la cantidad de comensales, y del gusto de cada uno, pero os explico cómo las hago y cada uno que vaya probando, a ver qué os parece....
Patatas
Cebolleta
Perejil
Aceite de oliva (Virgen extra imprescindible)
Vinagre de Jerez
Sal
1. - En primer lugar, ponemos una cacerola con agua con sal a hervir, y añadimos las papas enteras, sin pelar. Las dejamos hasta que al pincharlas con un tenedor estén tiernas.
2. - Mientras se cuecen las patatas, vamos picando la cebolleta y el perejil.
3. - Una vez cocidas las papas, las escurrimos, y aún quemando, las pelamos y las vamos troceando en una fuente.
4. - Le añadimos la cebolla y el perejil picado, y agregamos aceite en cantidad, vinagre, sin pasarse y sal.
Y si servimos templadas, están de vicio!!!!!!!
Os animáis???????
Fuente: este post proviene de Recetas y a cocinar se ha dicho!!!, donde puedes consultar el contenido original.
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