e suele calificar como rústico a aquello que carece de sofisticación o que apela a elementos naturales para su desarrollo.
De siempre me ha gustado el campo, trabajar la tierra y los oficios artesanos que a él van emparejados, muchos de los cuales se encuentran al borde de la extinción, y si por mí fuera, estaría viviendo en una casa rural rodeado de gallinas, ocas o conejos con un pequeño huerto que me abasteciera de productos de temporada, sobre todo ahora que con la ola de frío y temporales que está atravesando toda Europa, se ha triplicado su precio y sale más barato un buen chuletón de Ávila que una berenjena.
Ya hace un año que tampoco tengo acceso a los productos del campo de mi padre porque lo vendió a causa de no poder cuidarlo debido a su edad y no sabéis como lo hecho de menos, sobre todo la cosecha de naranjas que daba para toda la familia e incluso vendía unos cuantos kilos a cooperativas y vecinos. Así que conformaré con mi condición obligada de urbanita con alma rústica durante mucho tiempo o hasta que me toque la lotería.
De lo que no cabe duda, es que lo hecho a mano es un valor al alza. Después de décadas y décadas de industrialización, vuelve a estar muy valorado lo artesano, lo natural, el esfuerzo y la pieza única. Estos valores se pueden trasladar a todos los aspectos de nuestra vida y por supuesto a la gastronomía, donde volvemos a valorar hacernos nosotros mismos las galletas o esa receta familiar que guardamos con tanto recelo como si de un gran tesoro se tratase (que para mí lo son, que conste).
La verdad sea dicha, la receta de pasta que os presento es bastante simple tanto en ingredientes como en su elaboración, sin excesos de ornamentos, aunque todo el conjunto una vez cocinado nos proporciona un plato de pasta muy sabroso gracias a la aportación del beicon frito y con "tropezones" de aceitunas negras y tomates en aceite que están para chuparse los dedos.
Espero que os guste , ¡un abrazo y feliz semana!
Ingredientes: (4 raciones)
400 gr de tagliatelle
4 lonchas de beicon ahumado
12 o 14 aceitunas negras
200 gr de tomate triturado
Hojas de albahaca fresca
150 ml de vino blanco
12 tomates en aceite
1 cebolla grande
Pizca de pimienta y Sal al gusto
Elaboración:
Ponemos a hervir el recipiente con el agua y la sal donde vayamos a cocer la pasta.
Mientras, preparamos la salsa que acompañará a los tagliatelle.
Poner al fuego una sartén mediana sin nada de aceite y añadir las lonchas de beicon troceadas. Saltear a fuego medio hasta que queden bien crujientes.
Incorporar la cebolla cortada en juliana y dorar aprovechando la grasa soltada por el beicon. Si fuese necesario, añadir un poco de aceite de oliva. Poner una pizca de sal.
Cuando la cebolla haya adquirido color, verter el tomate triturado, remover y dejar que se fría a fuego bajo durante 10-15 minutos, removiendo de vez en cuando hasta que se haya espesado.
Pasado el tiempo, añadir las aceitunas negras troceadas y los tomates en aceite, remover y verter el vino blanco. Dejar cocer 5 minutos más. Salpimentar al gusto y acompañar a la pasta una vez esté ésta cocida al dente.
Acompañar con hojas frescas de albahaca y queso parmesano si os apetece.