Desde que descubrí las galletas Spéculoos de Lidl me enamoré de su sabor a galleta con especias. Son esas típicas galletitas caramelizadas que te ponen en algunas cafeterías para acompañar un café. La marca Lotus las comercializa y se pueden encontrar en cualquier establecimiento de alimentación. Las de Lidl son más auténticas porque tienen formas y relieves pero este año no las han traído, muy a mi pesar. La pasta de spéculoos la encontré una vez en El Corte Inglés entre los variados productos europeos que trajeron de forma puntual. Y nunca más se supo. El tarro se acabó y se hizo la desilusión. Hasta me había olvidado de ellas. Claro que, cuando llega la Navidad, espero ansiosa que las traigan en Lidl, pero este año, nunca llegaron. Y ahí se quedó aparcada la receta hasta que ayer me decidí a hacerla. Mientras llega mi nueva amasadora-batidora estoy haciendo recetas como esta, fáciles, sin tener que utilizar robot de cocina, como mucho una batidora de brazo.
Ya os conté en el post de los cupcakes de bailarinas que las Spéculoos son una especie de galleta navideña muy tradicional en Bélgica, en Holanda (donde recibe el nombre de Speculaas), así como en la cocina de Westfalia y Renania (Alemania) (donde se conoce como Spekulatius), y en el norte de Francia (Flandes francés). La principal característica de estas galletas servidas en los mercados de Navidad es que suelen tener formas o motivos que evocan la historia navideña de Nicolás de Bari o Santa Claus.
Así que, por fin, me decidí a hacer la receta de la pasta casera de galletas Spéculoos. Vi hace un tiempo la receta en un libro llamado Le Spéculoos, que encontré gratis en iBooks de Apple. Lo malo es que está en francés. Pero gracias a mi gran amiga Sari, filóloga francesa, conseguí una buena traducción. Entre los ingredientes pone glucosa así que la compré en Formycake. No sé si os habrá pasado alguna vez pero me quedé mirando la etiqueta del tarro de glucosa y casi me quedo muerta. Yo buscando glucosa, pensando que en casa no tenía y leo: jarabe de maíz. ¡Pero bueno eso es el Karo o sirope de maíz que ya tenía en casa! Con lo poco que me gusta acumular potingues. Y luego leo por ahí que no es lo mismo!!!!!! Y es que a escala industrial tanto el jarabe de glucosa (disolución de glucosa) como la dextrosa (glucosa en polvo) se obtienen a partir de la hidrólisis enzimática de almidón de cereales (generalmente trigo o maíz). Si incluso tengo azúcar invertido casero, pero pensé que al ser glucosa y fructosa separadas enzimáticamente mediante hidrólisis no sería exactamente lo mismo, pero mejor no entro en detalles químicos. Para el caso al final la glucosa que he utilizado ya veis que es lo mismo que el Karo. Si lo sé le añado sirope de ágave, jarabe de arce, miel o azúcar invertido que también tenía en casa. Alguno de ellos tiene un sabor propio pero en la mezcla lo que más se nota es el sabor de la galleta. Bueno y ahora vamos con la receta. Ingredientes a temperatura ambiente.
Pasta casera de Spéculoos
INGREDIENTES (para unos 400 g de pasta):
– 200 g de galletas Spéculoos
– 50 g de mantequilla pomada
– 90 ml de leche (yo usé semidesnatada)
– 60 g de sirope de glucosa
– 100 g de chocolate blanco
Lo primero que haremos es preparar un tarro y limpio y esterilizado en un baño de agua hirviendo. Luego procedemos a pulverizar las galletas con una picador o en su defecto metemos las galletas en una bolsa con cierre zip y machacamos con un maza o rodillo hasta hacerlas polvo. Troceamos el chocolate blanco, también podéis utilizar gotas de chocolate blanco Valor por ejemplo. En un cazo calentamos la leche con el jarabe de glucosa, un hervor rápido y echamos el chocolate. Bajamos el fuego que el chocolate blanco es muy delicado y removemos hasta que se deshaga por completo y retiramos del fuego.
En un bol mezclamos las galletas en polvo con la mantequilla blanda, mezclamos bien y añadimos el contenido del cazo. Removemos con una espátula hasta que se quede una pasta integrada.
En este punto, aunque la receta no lo contempla yo le paso la batidora de mano un minuto porque si no al paladar queda como tosca, se notan los granitos de galleta. Así queda cremosa y suave al paladar. Ojo que es adictiva y si la pruebas corres el riesgo de no parar!!!!!! Así que la vertemos en el tarro esterilizado y tapamos, esperamos a que se enfríe y guardamos en nevera. Según el libro se ha de consumir en un plazo máximo de 3 semanas.
Simplemente deliciosa.
No sólo la podemos utilizar como untable tipo crema de avellanas sino para hacer unos deliciosos cupcakes, un bizcocho, bundt cake, … Esto es sólo el principio jejejeje. Ya hice los cupcakes de Spéculoos que decoré como si de una bailarina se tratase. Próximamente más recetas con esta pasta deliciosa.
Aprovecho para desearos un Feliz Año Nuevo, que se cumplan vuestros sueños, que vengan nuevos aires, frescos, siempre a mejor. Y que disfrutéis todo lo que podáis con vuestra familia y amigos, que eso es lo que realmente nos queda. Y si vienen tempestades ya las capearemos. Un beso fuerte y un abrazo.
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