El queso gorgonzola es un queso italiano azul, al igual que el roquefort francés o el cabrales español son quesos que se les añade el hongo Penicillium para su fermentación que es el que le da ese sabor fuerte tan característico de este tipo de quesos. En el caso del queso gorgonzola podemos encontrar dos versiones la dulce y la picante. Para este plato de pasta he usado además espinacas y el resultado no puede ser mejor.
Ingredientes4 personas
150 g de cebolla
50 g de mantequilla
500 g de espinacas congeladas
400 g de pasta (al gusto yo he usado Rigatoni)
125 ml de nata (crema de leche) para montar
2 cucharadas de vino blanco
150 g de queso gorgonzola
Pimienta molida
Nuez moscada
Sal
1. Pelamos y picamos la cebolla a daditos. Ponemos la mantequilla en una sartén rehogamos la cebolla hasta que empiece a dorar. Entonces añadimos las espinacas sin descongelar y dejamos cocer tapado a fuego lento 10 minutos, removiendo de vez en cuando.
2. En una olla ponemos abundante agua a hervir, justo antes de que rompa el hervor añadimos dos pizcas de sal. En momento que comience a hervir echamos la pasta a cocer el tiempo indicado en el paquete. Una vez transcurrido escurrimos la pasta con un colador.
3. Una vez estén las espinacas listas ponemos la echamos al vaso de la batidora junto a la nata (crema de leche), el vino, la mitad del queso gorgonzola, pimienta molida y nuez moscada al gusto, trituramos para conseguir una salsa fina.
4. Servimos la pasta cubriéndola con la salsa y adornando con el queso gorgonzola restante a dados.
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