Imaginaos, si en casa a la hora de comer éramos sólo cuatro, el día que venían mis primos pasábamos casi al doble, y la fuente que preparaba mi madre era... Inmensa...
El caso es que hace unos días, cuando iba a preparar la Sopa de Cebolla que os enseñaba aquí, vinieron unos señores a revisar una avería de la que no tenía ni idea... Tuve que llamar al administrador, esperar a que me llamara él, bajar al trastero, subir, bajar... Bueno, ya os imagináis más o menos...
Perdí un tiempo precioso para que mi cebolla quedase estofadita a fuego lento.
Cambio de planes, o de menú... A ver, algo rápido y que tenga en la casa... ¡¡Y zas!! Se me vino a la cabeza la pasta de mi madre...
INGREDIENTES:
- pasta corta (tipo macarrones)
- salsa de tomate
- una lata de atún en aceite de oliva (para dos personas)
- harina
- leche
- aceite de oliva
- sal
- pimienta
- nuez moscada
- pimienta
- queso para gratinar
Primero, hervimos la pasta en agua con sal. Los macarrones van muy bien. Como vereis en las fotos, yo utilicé otro tipo de pasta, pero también cortita y cilíndrica.
Mientras, hacemos una bechamel. Para hacerla, primero pongo en el cazo aceite de oliva, y cuando está caliente, la harina, removiendo con unas varillas de madera. Luego añado la leche, y de esta forma nunca me salen grumos... Sal, pimienta y una pizca de nuez moscada.
Reservamos.
Cuando la pasta está, escurrimos y enfriamos bajo el grifo, para cortar la cocción.
Vertemos una poca de salsa de tomate en el fondo de la fuente que vayamos a utilizar.
Mi madre siempre utiliza una salsa de tomate hecha por ella, con cebollita. Y doraba ternera picadita y la mezclaba con la salsa.
Como yo estaba en una "emergencia", utilicé tomate frito envasado, y en lugar de carne picada, una lata de atún en aceite de oliva.
El atún lo doré un pelín en su propio aceite...
Añadí el tomate y removí para que se integrara bien y se calentara. Añadí un poquito de orégano, que nos gusta mucho cuando tomamos pasta.
Ahora, yo incorporo la pasta a la olla y mezclo con la salsa.
Y a continuación, vertemos en la fuente de horno. Cerramos con la bechamel...
Este paso mi madre lo hace diferente, ya que sobre la primera capa de tomate vierte los macarrones sin salsa, luego la salsa y por último la bechamel, y queda muy bonito con las tres capas de diferentes colores.
Rallamos queso por encima. Yo he utilizado un queso semicurado de cabra, que le da un sabor muy especial. Pero utilizad el que más os guste. O gratinad sin queso, que queda también muy bueno.
Gratinamos hasta conseguir el dorado que nos guste.
Sacamos con mucho cuidado del horno y llevamos a la mesa.
Ahora sólo queda servir y disfrutar...
¿Os apetece?
¡¡Besitos!!