Este es un pastel creado por Lucas Glanville, un chef australiano, formado en Inglaterra. Tras trabajar una temporada en Le Gavroche (Londres), regresó a Australia para dirigir el restaurante Browns, en Melbourne. Entre sus creaciones cuenta con este pastel como su favorito.
En casa cuando lo hemos probado, todos hemos coincidido en que es una creación extraordinaria.
Ingredientes:
180 gr de dátiles deshuesados
una cucharada de bicarbonato sódico
180 gr de azúcar blanquilla
180 gr de harina con levadura
2 huevos
60 gr de mantequilla
50 mililitros de aceite de oliva virgen extra
una vaina de vainilla o 1/2 cucharadita de extracto de vainilla.
Para la salsa de caramelo salado:
150 gr de azúcar moreno
150 mililitros de nata (crema de leche)
100 gr de mantequilla
10 gr de sal Maldon
una vaina de vainilla o 1/2 cucharadita de extracto de vainilla.
Preparación:
Precalentar el horno a 180 grados.
Engrasar un molde redondo de 21 centímetros no desmoldable (debe ser totalmente impermeable).
En un cazo, cocemos los dátiles en el agua hasta que adquieran la consistencia de una mermelada. Añadimos el bicarbonato sódico y mezclamos bien.
A continuación, añadimos el resto de ingredientes y lo mezclamos todo hasta que se forme una especie de masa líquida.
Vertemos la masa en el molde, metemos al horno y dejamos cocer durante 25 minutos al baño María (yo utilicé un molde grande y profundo y lo llené de agua hirviendo, hasta que el agua cubrió la mitad de la altura del molde).
Mientras tanto, preparamos la salsa. Colocar todos los ingredientes en un cazo, los llevamos a ebullición y los dejamos cocer a fuego lento durante 5 minutos. Reservamos la salsa aparte.
Retiramos el pastel del horno y lo dejamos enfriar en el molde. Lo desmoldamos sobre una rejilla.
Servirlo templado o a temperatura ambiente con un poco de salsa por encima.