Los pasteles salados dan mucho juego en la cocina, se realizan con ingredientes fáciles de encontrar en casa y dan muy buen resultado, sobre todo para llevar a comidas. En esta ocasión lleva bacon, cebolla, puerros y calabacín. El resultado es estupendo y además da para muchas raciones. Lo he preparado en un molde de este tipo.
INGREDIENTES:
1 cebolla
2 puerros
1 calabacín
200 gr. de bacon ahumado
3 huevos
75 gr. de queso rallado
200 ml. de nata (crema de leche) líquida
Sal
Pimienta
Aceite de oliva virgen extra
PREPARACIÓN:
En una sartén rehogamos el bacon cortado en tiras, sin nada de aceite, ya que éste suelta su propia grasa. Una vez que esté dorado sacamos y reservamos. Quitamos de la sartén el exceso de grasa y añadimos un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Rehogamos la cebolla y el puerro picados durante unos minutos, después añadimos el calabacín también picado con piel. Cuando la verdura estén blanda apartamos del fuego y escurrimos el exceso de líquido o aceite que tenga. Ponemos todo en un bol junto al bacon reservado.
Añadimos al bol los huevos batidos, la nata (crema de leche) y el queso rallado. Mezclamos y salpimentamos todo. Engrasamos el molde con spray desmoldante o con un poco de mantequilla y harina y vertemos la mezcla. Introducimos en el horno precalentado a 180 º y horneamos durante unos 30 minutos o un poco más, hasta que veamos que el pastel está cuajado. Sacamos el molde del horno y desmoldamos diez minutos después con mucho cuidado.
Es un pastel que podemos tomar caliente, templado o frío. Si nos sobra algo lo guardamos en la nevera, aguanta bien un par de días.
Espero que os haya gustado esta nueva propuesta.
Feliz jueves.