A mí me encanta el curry, sobretodo el tikka masala, pero esta receta es mucho más sencilla y rápida.
Se prepara en un momento y puede valer para rellenar unos sandwiches o unas minitartaletas para un pica-pica, pero yo hoy lo voy a hacer con hojaldre.
Este tipo de preparación se puede hacer con leche de coco, nata (crema de leche) o leche evaporada y queda genial pero a mí me gusta hacerlo con yogur griego porque resulta más ligero y saludable.
Ingredientes:
1 lámina de hojaldre rectangular (yo uso refrigerado pero puede ser congelado).
2 filetes de pollo (asado o hervido).
1/2 manzana.
1 cebolla mediana.
1 puñadito de pasas sultanas.
2 cucharadas (postre) de curry en polvo.
1 yogur griego natural y sin azúcar.
1 huevo para pintar el hojaldre.
Cortamos en brunoise la cebolla, la manzana pelada y las sobras de pechuga de pollo.
Ponemos una sartén al fuego con un poco de aceite y rehogamos la cebolla, cuando está transparente añadimos la manzana y dejamos que se poche todo junto.
Añadimos las pasas, les damos una vuelta y el pollo.
Añadimos el curry en polvo y lo removemos y enseguida el yogur para que el curry no se queme.
Apartamos del fuego y lo dejamos que se atempere para que el calor no estropee la masa de hojaldre.
Cuando esté frío el relleno encendemos el horno a 180 grados, desenrollamos el hojaldre y cortamos dos piezas iguales para montar cada pastel.
Ponemos el relleno sobre una parte, pintamos los bordes con agua y tapamos con la otra parte presionando un poco sin apretar demasiado para no estropear las capas del hojaldre.
Pinchamos un poco la superficie para que al cocer salga el vapor y pintamos con el huevo batido para que quede doradito.
Lo metemos al horno unos 15-20 minutos o hasta que veamos que está dorado.
Está delicioso y con un poco de ensalada una cena perfecta!
Bye.