Aunque llevamos sufriendo más de una semana el calor estival más enfermizo y deprimente, ya podemos decir que estamos oficialmente en verano. Ya ha llegado, sí señor.
Mi odio a esta asfixiante estación sigue en aumento y, como cada año por estas fechas, regresa mi mal humor y paso a vivir en un constante refunfuñar.
Detesto el verano, y no solo por todas las cosas odiosas que implica: asfixiarme de calor, sufrir dolor de pies porque no puedo calzar mis preciadas Docs, aguantar niños molestos en la piscina..., y no sigo porque sino el post lo dedicaría en exclusiva a enumerar todo lo que me repele del verano, también porque me obliga a reducir mis prácticas reposteras de cada día. Hace ya tiempo que os comentaba que tengo entre manos un proyecto pastelero muy chulo, para el que es imprescindible hornear y probar, hornear y probar, hornear y probar, y con estas temperaturas infernales encender el horno es un verdadero acto kamikaze. Y en cuanto a las elaboraciones frías, todas se derriten. Nada se resiste a este calor atroz. Chocolates, cremas, mousses... se hace imposible trabajar con cualquiera de ellos. Un horror. Y un fastidio, también.
Así que, tratando de perder el tiempo lo menos posible, estos días en los que he reducido mis hornadas me dedico a investigar e idear recetas de tartas, pasteles y algunas cositas para el blog. Por supuesto, me resisto a dejar de encender el horno, por lo que cada día sale de él alguna delicia por la que merece (y mucho) la pena que suba la temperatura de la cocina. Por ejemplo, por las pastitas de nueces que hoy comparto con vosotros. Unas galletas súper sencillas, para las que necesitaremos muy poquitos ingredientes y que tienen un sabor y una textura sublimes. No sé si será por mi especial gusto por las nueces pecanas, pero han pasado a ocupar mi Top5 de galletas favoritas. Son exquisitas. Y se mantienen perfectas durante semanas, siempre que las conservéis dentro de una caja de lata o un recipiente con cierre hermético.
Están riquísimas. ¡¡Probadlas, por favor!! Merece mucho la pena que las hagáis. No permitáis que la estación más vulgar os impida deleitaros con estas delicadas pastas.
Pastitas de nueces pecanas:
Receta adaptada del libro "Tea: More Than 80 Delicious Recipes".
INGREDIENTES (para 20 pastas)
125g de mantequilla ablandada
95g de azúcar blanquilla (y un poco más para rebozar las pastas)
260g de harina
1 cucharadita de extracto de vainilla
30g de nueces pecanas picadas
1/4 de cucharadita de sal
20 mitades de nueces pecanas, para decorar
PREPARACIÓN
Precalentamos el horno a 200ºC.
Batimos la mantequilla para que se ablande. Añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que la mezcla blanquee y esté bien cremosa. Incorporamos el extracto de vainilla.
Agregamos la harina, las pecanas picadas y la sal, y mezclamos con una espátula hasta obtener una masa homogénea y moldeable.
Dividimos la masa en 20 bolas de 25g cada una, aproximadamente, y las colocamos sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Colocamos media nuez sobre cada bolita, y presionamos ligeramente para que se adhiera, pero con cuidado de no romper la bolita.
Horneamos 10-12 minutos a 200ºC.
Una vez horneadas, y cuando aún están calientes, las rebozamos en azúcar por todos los lados y, ahora sí, las dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
¡¡Un besazo!!