INGREDIENTES:
Patatas nuevas.
Hierbas aromáticas frescas, las que te gusten, mejor frescas pero si no tienes secas también valen.
Una cucharada de mantequilla.
Golpe generoso de pimienta.
Una pizca de Sal.
ELABORACIÓN:
Lava las patatas para que no les quede nada de tierra y ponlas a hervir enteras, sin quitarles la piel.
Cuando las patatas estén cocidas, escurre y reserva.
Pica hierbas aromáticas, las que quieras, para esta ocasión he utilizado cebollino, romero, albahaca y un poco de salvia. La cantidad y la variedad va a gusto del cocinero.
En una sartén ancha pon una cucharada de mantequilla y deja que se derrita.
Mientras corta por la mitad las patatas, mejor a lo largo.
Cuando la mantequilla esté derretida añade las hierbas picadas, un poco de sal y un buen golpe de pimienta.
Pon las patatas sobre esta mezcla, con la piel hacía arriba y deja que se vayan friendo a fuego bajo, hasta que queden doradas. Si te gustan más tostadas, déjalas un poco mas.
RECURSOS CULINARIOS:
Puedes sustituir la mantequilla por aceite de oliva.
Si no tienes hierbas frescas, puedes usar una mezcla de hierbas secas.
Puedes añadir un ajo fileteado bien fino, para que también deje su aroma, o una guindilla si las quieres picantonas, pero hazlo antes de las hierbas para que vayan dando su toque y queden hechos.
Te aconsejo que utilices unas patatas pequeñas o medianas, así queda más vistoso el plato y se cuecen antes, además son más repartidoras y da pie a que los comensales puedan repetir. Si utilizas patatas más grandes ten en cuenta que tardarán más en hacerse y que media ya puede ser una ración.