Gracias a las lluvias de estos días podemos encontrar níscalos de buena calidad a buen precio y podemos darnos el placer de comer este riquísimo plato de cuchara. A mi los níscalos me gustan un montón y eso que los descubrí tarde, en casa de mi madre nunca se comieron si bien es verdad que por mi zona no hay montaña, soy como dice una persona muy cercana a mi de un "secarral" aunque a mi me gusta mucho el paisaje de mi tierra, campos que te permiten perder la vista por sus llanuras y ver ponerse el sol sobre un campo de trigales.
Vamos con la receta que me estoy enrollando, aunque no tiene ningún misterio, pero como todos en un momento u otro tenemos que aprender, que mejor forma de hacerlo que con platos riquísimos, completos y sin ninguna complicación.
Ingredientes (para 3 personas):
3 patatas de tamaño mediano, 400 gr. de níscalos, 300 gr. de costilla de cerdo, una cebolla pequeña-mediana, 3 huevos, chorreón de vino oloroso, sal, AOVE, 1 hoja de laurel, agua y orégano.
Elaboración:
Cubrimos el fondo de una cazuela con AOVE y cuando este caliente ponemos la cebolla y dejamos que se vaya pochando, añadimos las costillas, las patatas cortadas chascandolas y los níscalos cortados y limpios, dejamos que rehogue bien todo el conjunto. Posteriormente añadimos un chorreón de vino oloroso y dejaremos que evapore un poco el alcohol. Añadimos la sal, el laurel y el agua y dejamos cocer. Cuando lleve cociendo unos 15 minutos cascamos los huevos y los echamos en la cacerola y dejamos terminar el guiso unos 10 minutos más. Pincharemos la patata para comprobar que esta cocida y a nuestro gusto.
Ya solo nos queda emplatar y poner un poquito de orégano por encima.
Como es un plato de toda la vida hacemos un guiño con la foto envejecida.