Esta receta está sacada de una revista de cocina, pero como yo soy muy mía está preparada a mi manera, entre otras cosas porque creo que es mucho más sencilla de hacer. La verdad es que quedó muy rica, eso sí, tener cuidado de no despistaros cuando echéis el tomate para que no se queme, por lo demás es un plato fabuloso para los días fríos y además muy económico.
Los champiñones los podéis omitir, yo los puse porque me habían sobrado y no me gusta dejarlos mucho porque se ponen pochos rápidamente.
Espero que disfrutéis mucho del guiso.
Para hacerlo necesitamos:
700 gramos de patatas
500 gramos de costilla de cerdo en trozos pequeños
2-3 zanahorias
1 pimiento choricero o dos ñoras
2 tomates
1 hoja de laurel
1 cebolla grande
4 dientes de ajo
Perejil
Aceite de oliva
Sal, pimienta.
Una cucharadita de pimentón.
150 gramos de champiñones opcional
Lo primero que haremos es poner el pimiento choricero a remojo en agua tibia (lo mejor es ponerlo al menos una hora antes de empezar a cocinar).
En una cazuela ponemos un poco de aceite a calentar, salpimentamos la costilla y la doramos bien por todos los lados. Una vez que la carne esté dorada, añadimos las zanahorias cortados en trocitos, damos unas vueltas, y dejamos cocinar unos 5 minutos.
Pelamos dos de los ajos y los cortamos en trocitos pequeños, pelamos la cebolla y la partimos también pequeña, ponemos primero los ajos en la cazuela, dejamos que tomen un poco de color y luego añadimos la cebolla, bajamos el fuego, añadimos una pizca de sal y dejamos pochar lentamente hasta que empiece a tomar color, luego añadiremos también la hoja de laurel.
Cuando la cebolla esté lista lavamos los tomates y los rallamos, los añadimos a la cazuela y dejamos que pierda toda el agua. Añadimos la cucharadita de pimentón, rehogamos, cubrimos con agua y dejamos cocer una media hora para que las costillas se hagan un poco más que las patatas.
Pasada la media hora pelamos las patatas y las hacemos trozos medianos. Sacamos la carne al pimiento choricero, la ponemos en el mortero con los dos dientes de ajo restantes, abundante perejil y sal, lo picamos todo bien, lo añadimos todo al guiso y dejamos cocinar hasta que las patatas estén tiernas.
En caso de usar los champiñones los limpiamos bien y los hacemos cuartos, los salteamos ligeramente con un poco de aceite y sal, los añadimos a la cazuela unos 10 minutos antes de finalizar la cocción de las patatas.
Servimos el guiso bien caliente y a disfrutar de un guiso sabroso y económico.