Qué agradecida es la patata¿ verdad ?. Admite cualquier posibilidad que os imaginéis y además es un acompañamiento perfecto para cualquier receta. Lo mejor de todo el precio que no puede ser más asequible
Está receta la encontré por casualidad y no podía dejarla pasar, porque me parecía que así las patatas quedaban de lo más suaves y además junto con un arroz teníamos un plato de lo más completo
Su elaboración no puede ser más sencilla, simplemente tendremos que tener unas 5 patatas medianas aproximadamente, las pelamos y las cortamos en rodajas ni muy gruesas ni muy finas. En una cazuela pochamos media cebolla en juliana, y cuando esté bien doradita, añadimos las patatas junto con sal, pimienta y perejil. Por último agregamos unos 250 gramos de leche, y si fuera necesario, caldo de pollo al gusto. El líquido debe sobrepasar las patatas pero solo para taparlas. En este punto, dejaremos a fuego bajo durante unos 20 minutos hasta que las patatas estén bien cocidas.
Una receta super sencilla, con ingredientes que todos tenemos en casa, y con la que no tenemos excusa para comer un buen plato de patatas