Este es un plato que mi madre ha hecho desde siempre. Normalmente para aprovechar los restos de carne de otras comidas pero, como tenía tanto éxito, ha acabado haciéndolo sin tener la excusa del reciclaje y variando el relleno, con verduras o con atún, como las que vamos a preparar hoy.
Es un plato que sabe a casa, a comida de toda la vida y además te calienta el cuerpo de una forma deliciosa. No dejéis pasar la oportunidad de probarlo.
¿Qué necesito? (para 4 personas)
16 patatas medianas (que sean todas más o menos del mismo tamaño)
2 latas de atún en aceite de oliva
2 cebollas. Una grande y una mediana
1 pimiento rojo pequeño
1 diente de ajo
2 hojas de laurel
Vino blanco
Sal
Pimienta
Azafrán
Aceite de oliva
¿Cómo lo hago?
Primero vamos a preparar el relleno. Para ello picamos en juliana fina la cebolla y el pimiento y los sofreímos en un poco de aceite hasta que la cebolla esté transparente y el pimiento blandito.
Añadimos las latas de atún bien escurridas y revolvemos para que el atún se deshaga y los ingredientes se mezclen bien. Salpimentamos y reservamos.
Por otro lado, pelamos y lavamos las patatas. Con una cuchara para melón, excavamos un agujero en cada patata.
Preparamos un plato con harina.
Con la ayuda de una cucharilla, colocamos el relleno que habíamos reservado en los agujeros y presionamos bien el lado abierto de la patata sobre el plato de harina para sellarlos.
En una sartén con aceite, freímos las patatas ligeramente, empezando por la zona donde está el relleno y girándolas en un segundo momento. Cuando tengamos todas las patatas listas, las colocamos en una tartera no muy alta junto con las hojas de laurel.
Ahora vamos a hacer la salsa. En otra sartén, ponemos un poco de aceite (si el que usamos para freír las patatas no está quemado, podemos reutilizarlo). Picamos en juliana la cebolla mediana y el ajo y los sofreímos. Cuando la cebolla empiece a dorarse, añadimos un buen chorro de vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol. Cuando esté listo, echamos el azafrán en polvo, salpimentamos y revolvemos bien.
Por último regamos con esta salsa las patatas y añadimos agua hasta casi cubrirlas.
Ponemos la tartera a fuego alto y cuando levante hervor, bajamos el fuego y dejamos que se cuezan durante unos 30 minutos (dependerá del tamaño de las patatas).
Cuando estén listas, las colocamos en una fuente. Batimos la salsa y regamos las patatas con ella.
¡Buen provecho!