Lo hemos llamado #conpatatasyaloloco :)
Pues yo me he decantado por unas tradicionales patatas revolconas, clásicas de tierras salmantinas y muy resultonas.
Es un plato contundente que puede sevir perfectamente por si mismo como primer plato (o, incluso, plato único) o como guarnición siendo recomendable, en este caso, reducir de forma considerable la cantidad asignada a cada comensal.
Parece que, debido al aporte calórico del plato, era el inicio perfecto del día para las tareas de labranza: barato y lleno de energía. Comenzaba a prepararse con la matanza, aprovechando las carnes sobrantes de la misma y el pimentón utilizado para la elaboración de los embutidos.
Yo no lo conocía hasta que hace unos cuantos años ya, hice un viaje con el papá de los cachorritos por pueblos salmantinos. No nos quedó más remedio que probar las patatas revolconas que veíamos en todas las tascas y restaurantes de la zona, ¡nos encantaron!
Pero no había vuelto a comerlas desde entonces, aquí no se estilan... Cuando Margot hizo su propuesta, como corresponde a los anfitriones de La cocina typical spanish, enseguida se me fue la cabeza a este plato del recuerdo y, curioseando por internet, vi que no era nada difícil de preparar, así que aquí os las traigo.
Por cierto, que tuve que recurrir a internet porque en mis libros de cocina, incluso en 2 que tengo de cocina tradicional, no pude encontrarlas. Está claro que lo que no está en internet, no existe.
(para una guarnición para dos personas)
2 patatas medianas o una grande
50-100 gr. de tocino fresco entreverado
2 hojas de laurel
agua
1 cucharadita de pimentón dulce de la Vera
1 puntita de una cucharadita de pimentón picante (no más, que si no picarán demasiado y no es lo suyo en este plato)
2 dientes de ajo
3 cucharadas de aceite de oliva
Lavamos bien las patatas y las ponemos a cocer, con piel, en una olla bien cubiertas de agua, con las dos hojas de laurel y una cucharadita de sal.
Deberán cocer hasta que estén tiernas: pinchándolas con un palito, este no debe oponer resistencia. Podéis hacerlo en un cazo o en la olla rápida que fue como lo hice yo; en este caso, serían 10 minutos de cocción desde que el pitorro sube del todo.
Cuando la olla haya perdido presión del todo, la abrimos, reservamos el agua (sin las hojas de laurel) y pelamos las patatas. Las troceamos y aplastamos con un tenedor en un bol amplio.En una sartén, calentamos el aceite de oliva y los dientes de ajo. Cuando empiecen a dorarse, incorporamos el pimentón, damos un par de vueltas y rápidamente, para que no se queme (amargaría y nos estropearía el plato), echamos 2 cucharones del agua de cocer las patatas que teníamos reservado. Dejamos un minuto para que se evapore un poco y añadimos esta salsita, retirando los ajos, a las patatas chafaditas.
Removemos bien y rectificamos de sal.Reservamos tapadas en una cazuelita de barro o de cerámica para que no se enfríen.
Calentamos una sartén (mejor antiadherente y sin aceite) y tostamos el tocino troceado finito hasta que esté doradito a nuestro gusto. Debería de quedar crujiente porque una de las características fundamentales de este plato es precisamente el contraste entre el crujiente de los torreznillos y la suavidad del puré de patata.
Se sirve caliente, con los torreznos por encima y se come todo junto. Es delicioso; a mí, que no suelen gustarme los platos con tocino, panceta ni este tipo de cosas -y tampoco soy muy amiga de las patatas-, sin embargo estas patatas me encantan.
Para ver más patatas typical spanish e ir por ahí, #conpatatasyaloloco, pasaos por el blog de La cocina typical spanish. Igual os apetece ser anfitriones de un próximo reto...
¡¡Feliz martes!!