Doramos ligeramente las pechugas, para acabarlas de cocinar en una salsa de chalotas y crema. En nuestro caso y como es habitual, cambiamos la crema por leche evaporada. Las acompañan unas sabrosas espinacas rehogadas.
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FUENTE: Everiday Italiano - FOOD NETWORK
INGREDIENTES
Dos pechugas de pollo sin piel ni huesos.
Seis chalotas (cebollas francesas)
Dos dientes de ajo.
Una bolsa de espinacas congeladas.
Harina.
Mantequilla.
Aceite de oliva virgen extra.
Vino blanco.
Leche evaporada.
Perejil.
Sal y Pimienta.
ELABORACIÓN
Calentar en una cazuela una cucharada de mantequilla y una de aceite.
Salpimentar las pechugas y pasarlas ligeramente por harina. Sacudirlas para eliminar el exceso, calentar un poco de aceite y mantequilla en una sartén y marcarlas hasta que se doren ligeramente. Pasar a un plato y reservarlas cubriéndolas con papel de aluminio.
Pelar y cortar las chalotas en rodajas y picar los ajos.
Si el aceite anterior estuviera sucio por haberse quemado la harina, cambiarlo. Volver a poner otra cucharada de mantequilla y de aceite. Calentar y rehogar la chalota y el ajo a fuego medio. Cuando comiencen a transparentar, añadir un vaso de vino y subir el fuego para que hierva y reduzca. Añadir otro vaso de leche evaporada y remover para que se forme una crema. Probar el punto de sal y salpimentar al gusto.
Finalmente, agregue el perejil picado fino, incorpore las pechugas reservadas, baje el fuego y tape la cazuela.
Mientras se acaban de hacer las pechugas, rehogar las espinacas en una sartén con un poco de aceite y mantequilla.
En una fuente, colocamos una cama de espinacas rehogadas. Loncheamos las pechugas y las colocamos encima. Napamos con la salsa.