Hoy vamos a preparar una receta de las de toda la vida, de esas que pasan de generación en generación.
Se trata de unos deliciosos pestiños. A mí me enseñó a prepararlos mi yaya Maria y desde entonces nunca faltan en casa, sobre todo en Semana Santa.
Es una receta tradicional andaluza con orígenes moriscos, pero hoy en día se consumen en todos los lugares, en especial en época navideña, en carnavales y en Semana Santa.
Los podemos preparar cubiertos con azúcar o bañados en miel. Si los queremos con miel simplemente tendremos que diluir un poco de miel con agua, calentar la mezcla y bañar los pestiños una vez los hayamos frito.
A mí me gustan de las dos maneras, hoy los vamos a preparar cubiertos de azúcar.
Podemos encontrar pestiños de muchos tamaños y formas, aunque la más habitual es encontrarlos con la forma de “pañuelo doblado” como los vamos a preparar hoy.
Ingredientes
65 g de aceite de oliva
La piel de 1 limón
1 cucharadita de anís o matalahúva
150 g de harina de fuerza
1 pizca de sal
65 g de vino blanco
Aceite para freír
Azúcar para rebozarlos
Preparación
Pon en un cazo 65 gramos de aceite de oliva, cuando empiece a calentarse añade la piel de un limón y retira del fuego.
Vierte la mezcla en un bol, agrega 1 cucharadita de anís o matalahúva y deja que la mezcla se enfríe.
Retira la piel del limón cuando el aceite este frio.
Pon en un bol 150 gramos de harina de fuerza con 1 pizca de sal, 65 gramos de vino blanco y añade el aceite aromatizado.
Mezcla todo bien hasta que se integren todos los ingredientes.
Deja reposar la masa durante 1 hora.
Estira la masa con un rodillo dejándola lo más fina e igualada posible.
Corta cuadrados de aproximadamente 8 cm de lado.
Vuelve a estirar la masa sobrante y la cortamos del mismo modo.
Dobla un extremo de cada uno de los cuadrados de masa.
Dobla el otro extremo y presiona ligeramente para sellar la masa.
Calienta el aceite y ve friendo los pestiños hasta que estén dorados a tu gusto.
Cuando estén fritos los retiras del aceite y los pones sobre papel absorbente para que absorba el exceso de aceite.
Antes de que se enfríen por completo los rebozas en azúcar.
Si prefieres rebozarlos con miel, calienta unos 50 g de miel con una cucharada de agua y baña los pestiños en esta mezcla.
Y si lo que te hace falta es una buena sartén para freírlos no tienes más que entrar AQUÍ.