Hace muchos años que preparo estos pimientos.
De hecho, la primera versión de esta receta fue una de las primeras que publiqué en este blog (está AQUÍ).
Las fotos, por supuesto eran de "pena-penita-pena", y no invitaban, precisamente, a probarlos, con lo buenísimos que están. Malas de solemnidad, jajaja.
Así que, como se merecen una segunda oportunidad, aquí están otra vez. Con algunos pequeños cambios en la receta, que, a mi juicio, la mejoran (aunque la versión inicial también es muy rica). También he reducido las cantidades.
Como ya os he contado alguna vez, no borro la anterior entrada, aunque, según los expertos en "posicionamiento en buscadores", eso es tirar piedras contra mi propio tejado porque, al publicar dos recetas casi iguales, me "hago la competencia a mí misma". La verdad es que no me importa demasiado: este blog, como suelo decir, es mi cuaderno de recetas, mi archivo. Y, si quiero que en él estén las dos versiones, pues las subo, aunque no le guste a los buscadores (¿qué le vamos a hacer?, jajajaja). Además, me encanta ver esas fotos tan horribles: así puedo comprobar que, aunque yo piense que no, algo he mejorado, fotográficamente hablando.
Volviendo a la receta, los pimientos quedan muy suaves y nada pesados. Y la salsita es muy agradable de tomar. Además, se pueden congelar.
Espero que os gusten, y que esta vez os animéis a probarlos. Los otros, pobrecitos míos, tuvieron 4 hermosos comentarios, 4 (más sus correspondientes respuestas), jajajaja.
Y vamos con la receta.
INGREDIENTES:
(Para 4-6 personas)
10 pimientos del piquillo
1 cebolla pequeña, o media grande
Aceite de oliva virgen extra
50 gramos de champiñones (utilicé champiñones normales y Portobello, y pueden usarse otras setas)
200 gramos de gambas
1 huevo duro
3-4 cucharadas de maizena
Sal y pimienta al gusto
250 centilitros de leche mezclada con agua (cuanto más leche, más cremoso estará el relleno)
Para la salsa: 300 gramos de leche evaporada, 4-5 cucharadas de salsa de tomate casera (mi receta está AQUÍ), el líquido de la lata (o latas) de los pimientos, sal y pimienta.
PREPARACIÓN:
Picamos muy finita la cebolla, y la rehogamos en un chorreón de aceite de oliva, a fuego medio-bajo, para que no se dore.
Cuando esté transparente, agregamos los champiñones picaditos.
Rehogamos durante unos 8-10 minutos, tapando la sartén o cazuela baja.
Cuando esté rehogado, añadiremos las gambas picadas, y cocinamos durante unos 5 minutos. Salpimentamos.
Después. agregamos el huevo duro picadito. Mezclamos bien.
Añadimos 3 ó 4 cucharadas de Maizena, removemos, y dejamos que se tueste durante unos 3-4 minutos.
Vamos agregando poco a poco la leche mezclada con el agua, sin dejar de remover, para que no se formen grupos ni se apelotone la maizena.
El líquido no se añade todo de golpe, sino poco a poco. Queremos conseguir una especie de bechamel, con consistencia parecida a la de las croquetas (quizá un poquito más suave).
Cuando la crema se vaya despegando de los bordes de la sartén, ya está hecha. Removemos, y retiramos del fuego.
Con esta crema rellenaremos los pimientos, y los vamos colocando en una fuente apta para horno.
Preparamos la salsa, batiendo con una batidora o robot de cocina todos los ingredientes juntos, hasta que estén bien mezclados (queda más bien líquida).
En el caso de que tengáis algún pimiento que se haya roto, lo podéis agregar también a la salsa.
Cubrir el fondo de la fuente con la salsa.
Y horneamos a 200º durante unos 15-20 mins.
Emplatamos los pimientos con la salsa... y a comer.