Origen y cultivo
El pimiento se ha acondicionado perfectamente a la zona mediterránea, a pesar de que llegó a Europa de la mano de Cristóbal Colón en el primer viaje que éste realizó a América en 1493. Comenzó a cultivarse en España en el siglo XVI y, a partir de entonces, se propagó por todo el Viejo Continente.Se trata del fruto de la planta del pimiento y su nombre científico es Capsicum annuum. Pertenece, al igual que otros vegetales como el tomate, a la familia de las solanáceasy se cultiva durante los meses de verano en casi todas las regiones que presentan un clima templado y cálido. Su piel se caracteriza por ser de una extraordinaria tersura y pasar del prematuro color verde al rojo, para tornarse en amarillo.
Disfruta de sus variedades
Los pimientos se dividen en dos tipos, según su sabor: Picantes: entre los que se encuentran los famosos pimientos de Padrón. Dulces: destacan los italianos y el pimiento morrón.Por otro lado, los podemos encontrar: Alargados: los más demandados. Cuadrados: destacan por presentar una carne muy voluminosa.
Excelente para la salud
El pimiento se constituye, casi en su totalidad, por agua, de ahí que su nivel calórico resulte muy bajo. Es muy rico en vitaminas, sobre todo C, que favorece la absorción de hierro, y en menor cantidad A, beneficiosa para los ojos, cabello y huesos, y E, todas ellas con propiedades antioxidantes. Contiene, a su vez, minerales fundamentales para un correcto funcionamiento del organismo, como, por ejemplo, el potasio, el magnesio y el fósforo.Además, es beneficioso en los siguientes casos:
-En mujeres embarazadas; por su aporte de folatos, necesarios para que el bebé se desarrolle de forma normal.
-En afectados por problemas intestinales, puesto que resulta ser un buen regulador al contener fibra.
-En personas que estén a dieta, ya que el pimiento es poco energético y favorece la eliminación de líquidos.
-Se recomienda su consumo a personas hipertensas. Refuerza nuestras defensas por su acción antioxidante.
Comprar y conservar
Lo más importante a la hora de adquirir unos pimientos de calidad es comprobar que la carne es dura y firme, la piel está brillante y el tallo crujiente. Además, nunca nos llevaremos ejemplares con magulladuras o manchados, debido a que eso significará que han permanecido un largo periodo de tiempo en almacenes y sus propiedades se habrán reducido enormemente.Para que nuestros pimientos se mantengan sanos y frescos el mayor tiempo posible, se recomienda introducirlos en una bolsa de plástico con agujeros en la nevera. Aguantarán perfectamente durante dos semanas. Una opción frecuente es congelarlos, y para ello tenemos que quitarles el tallo, las semillas y lavarlos. Los meteremos en el congelador sin envoltorio y, una vez rígidos, en bolsas especiales de refrigeración. Así disfrutaremos de ellos hasta 12 meses.
A la hora de comerlos...
Para cocinar los pimientos podemos hacerlo de muchas maneras, pero la más habitual es asarlos o freírlos. Aunque fritos están buenísimos, no es recomendable abusar de este plato ya que absorben mucha cantidad de aceite. Si tenemos problemas de colesterol o sobrepeso, los comeremos asados.Como guarnición de carnes o pescados, en cremas, guisos, arroces, salsas o pistos, los pimientos nos proporcionarán un sabor inconfundible. En ensaladas los tomaremos crudos, donde aprovecharemos al máximo sus vitaminas, y también podemos confitarlos y preparar chutneys y mermeladas. Se pueden cocinar en el microondas, para reducir las cantidades de grasa.
Por último, no podemos olvidar que el pimentón es el resultado de moler el fruto seco del pimiento rojo y su uso principal es en la restauración, como condimento de diversos platos, o como conservante para los embutidos.
Recetas con pimientos:
Volovanes rellenos con revuelto de pisto
Budines de pimientos
Pimientos rellenos
Escalivada
Ensalada de pimientos del piquillo y escarola con nidos de fetuccini