La piña cocinada es una delicia, estamos poco acostumbrados pero os aseguro que hoy vamos a preparar un postre de diez y con pocos ingredientes.
Esta receta, la he visto en el diario británico "The Guardian" de su columnista Nigel Slater, y al ver lo sencilla que era y lo rápido, he querido recogerla en el blog para que la tengáis a mano.
Además de sencillo, este postre queda muy vistosa.
INGREDIENTES:
Rodajas de piña, sin el tronco central.
50 gr. de azúcar en polvo
20 hojas de menta
ralladura de naranja
helado de nata (crema de leche) o vainilla
ELABORACIÓN
Preparamos el azúcar , en un mortero o procesador de alimentos, pondremos las hojas de menta con el azúcar. Trituramos hasta que mezclen bien. Rallamos finamente la cáscara de la naranja y mezclamos el azúcar con la menta.
En una plancha caliente, pondremos las rodajas de piña y déjamos por unos 4 o 5 minutos hasta que estén ligeramente doradas, damos la vuelta y dejamos a nuestro gusto.
Servimos rodajas de piña con el azúcar de menta, espolvoreando el azúcar por encima mientras la fruta está caliente, para que se derrita.
Le pondremos el helado y terminamos con ralladura de naranja.
¿Os animáis?