Hacía tiempo que quería hacer este postre, lo vi un día en la revista Telva, pero lo tenía guardado como hago con muchas otras recetas que voy recortando. Hace unos días, mirando en la despensa, me encontré que me quedaba una latita de piña en su jugo, me acordé de la receta y me puse a preparar este delicioso postre.
La crème brûlée es una crema de origen francés que significa crema quemada, es un postre que consiste en una crema cuya superficie se ha espolvoreado de azúcar con el fin de quemarlo y obtener una costra de caramelo. Se parece mucho a la crema catalana pero no termina de ser igual, es una crema fina, sabrosa y fácil de preparar.
Ingredientes:
1 lata pequeña de piña en almíbar o en su jugo.
Para la crème brûlée:
125ml. de nata (crema de leche) líquida.
125ml. de leche.
1 rama de canela.
1 corteza de limón.
3 yemas.
40g. de azúcar.
1/2 cucharada de Maizena.
Azúcar para caramelizar.
Modo de hacerlo:
La crème brûlée:
En un cazo, hierve la leche (guarda un poco para deshacer la maizena) y la nata (crema de leche) con la canela y la corteza de limón durante unos 5 minutos, aparta del fuego y deja que se enfríe un poco. Saca la canela y la corteza de limón.
Bate las yemas con el azúcar hasta que blanqueen, añade la Maizena desleíada en leche, y mezcla bien.
Añade a las yemas la leche y nata (crema de leche), mezcla todo con unas varillas.
Vuelve a poner el cazo al fuego sin dejar de mover hasta que hierva.
Deja que se enfríe y reserva.
Montaje:
Coloca las rodajas de piña en el plato.
Cubre con la crema cada una de las rodajas.
Espolvoréalas de azúcar moreno y quémalas con un soplete.
Es mucho mejor tomarlo con el azúcar recién quemado.
Espero que te guste.