La combinación de espinacas, bacalao, sobrasada y miel, sobre una masa fina y crujiente es un regalo al paladar.
En esta receta os mostramos como añadir a la pizza un borde relleno de queso, un aliciente más para que no queden ni las migas.
Ingredientes
Masa básica de pizza
espinacas
3 dientes de ajo confitados
tiras de bacalao desalado
sobrasada
miel
queso parmesano
Preparación
Elaborar la masa de la pizza según la receta básica que os explicamos en este enlace (pincha aquí).
Precalentar el horno a 250º.
Chafar los ajos con un tenedor hasta obtener una pasta.
Lavar un puñado de hojas de espinacas.
Estirar la masa de la pizza de manera que quede una capa fina. Untar la base con la pasta de ajos confitados. Repartir las hojas de espinacas por toda la superficie.
Colocar los trozos de bacalao y a continuación la sobrasada, también en pequeños trozos.
Aderezar con una cucharada de miel repartida más o menos uniformemente.
Rallar el queso parmesano y distribuir por la pizza.
Colocar la pizza sobre la piedra o bandeja de horno, y cocer a 250º entre 5 y 7 minutos, hasta que la base quede dorada y crujiente, vigilando el proceso de cerca para que no se nos queme.
Borde relleno de queso
Colocar una capa de queso rallado, en este caso emmental, alrededor de la parte exterior de la masa estirada. Plegar el borde hacia el interior de manera que el queso quede dentro del pliegue formado. Presionar la masa para que quede sellado.
Durante la cocción de la pizza se derretirá el queso, que quedará rodeado de un crujiente envoltorio de masa.
Otra posibilidad de acabado, con queso mozzarela en trozos y el parmesano rallado muy fino.
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