Ingredientes
2 berenjenas
8 tomates secos en aceite
pasta filo
queso parmesano
aceite de oliva
sal
Para 4 tartaletas
Preparación
Precalentar el horno a 180º.
Lavar las berenjenas y cortarla en finas rodajas, de medio centímetro más menos. Una mandolina nos facilitará el trabajo y hará que sean uniformes.
Colocarlas en una bandeja de horno y pintarlas con aceite de oliva.
Colocar en el horno a 180º unos minutos, hasta que empiecen a coger color. Retirar y revisar.
Escurrir los tomates y cortarlos en tiras.
Untar el interior de las tartaletas con aceite de oliva.
Colocar en el fondo unas tiras de tomate, cubrir con una capa de berenjenas y acabar con más tiras de tomate.
Untar bien con aceite de oliva una hoja de pasta filo y espolvorear por encima queso parmesano finamente rallado. Cortar por la mitad, juntar las dos partes y volver a cortar por la mitad. Volver a juntar las dos partes y cortar por la mitad, tendremos así ocho pequeños rectángulos.
Colocar los trozos de pasta filo sobre la tartaleta de berenjenas y tomates, de manera que se vaya cubriendo toda la superficie. No importa que queden pliegues, ayudan a darle un toque rústico.
Volver a hornear durante 8 o 10 minutos, hasta que la pasta filo adquiera una textura crujiente y un bonito color dorado. Retirar del horno.
Desmoldar y servir de manera que en la base quede la pasta filo y la berenjena a la vista.
Degustar caliente y recién hecha.