Para aquellos que no lo conozcáis, el chilindrón es, ni mas ni menos, una salsa con la que cocinaremos otros ingredientes, principalmente pollo o cordero, ya que su sabor les va de maravilla a estas dos carnes.
Principalmente, los ingredientes fundamentales son los tomates, los pimientos (los rojos son imprescindibles) y los ajos. Como ya habréis descubierto, el color de la salsa va a ser rojo, por lo que dará al plato un tono mas que apetecible. Una vez tengamos esos ingredientes principales, las variedades y formas de hacerlos son múltiples, pudiendo incluir otros ingredientes (como otras clases de pimientos) o formas distintas de prepararlo.
La que tenéis ante vosotros, es una de las maneras de prepararlo, y la que a nosotros mas nos gusta, por lo que queríamos compartirla con todos para que, los que aun no lo hayáis hecho, podáis disfrutar del increíble sabor que esta salsa aporta a una carne como el pollo.
Vamos a comenzar ya mismo con los ingredientes necesarios para prepararlo y con los pasos, y veréis el plato de diez que nos va a quedar cuando acabemos su elaboración. Ahora, a por los delantales y a los fogones!
Ingredientes (4 personas):
1 pollo grande troceado
1 cebolla
1 pimiento rojo
2 pimientos verdes
5-6 tomates
3 dientes de ajo
2 hojas de laurel
1 vaso de vino blanco
Sal
Aceite
Preparación:
Lo primero, escaldaremos los tomates para poderlos pelar bien. Para ello, los haremos un corte en cruz en la base de cada tomate, los echaremos en una olla con agua hirviendo y los mantendremos mas o menos un minuto. Los sacaremos y dejaremos en un bol con agua fría (podéis echar un hielo si queréis) y dejaremos que se enfríen antes de pelarlos.
Lavamos y cortamos los pimientos en trozos no excesivamente pequeños, al igual que la cebolla. Los ajos los picaremos finitos.
Picamos los tomates en trozos lo mas pequeños que podamos, y los reservaremos junto con el caldo que suelten al partirlos.
En una olla grande con aceite y a fuego medio-alto, pondremos a dorar un poco los trozos de pollo. No es necesario que se cocinen demasiado, simplemente con que se doren por todos los lados será suficiente. Sacamos y reservamos.
En la misma olla (o en otra, pero con el mismo aceite), pondremos a fuego medio-bajo a pochar la cebolla los pimientos y el ajo, removiendo hasta que estén tiernos.
En ese momento, echamos el pollo, el tomate (con su caldo), el vino y las hojas de laurel. Removemos para que se integre todo bien.
Dejamos cocer todo a fuego lento, removiendo de vez en cuando para que no se nos pegue, unos 40-45 minutos. Pasado este tiempo, comprobaremos que el pollo ya esta listo.
Sacamos y servimos caliente.
Como os decía, el plato que tenemos ante nosotros no tiene nada que envidiar a ningún plato de pollo al chilindrón que podamos pedir en cualquier restaurante profesional. Disfrutarlo, que este plato se lo merece!
Un saludo a tod@s y buen provecho!