Ultimamente cada vez que como carne, siempre es de pollo, porque es la que más me apetece.
Y como estaba cansada de hacerlo a la plancha, pensé ponerlo al horno, recordando que hacía un montón de tiempo que no lo preparaba así, porque en casa se aburrieron.
No les echo la culpa, pues cuando veo que alguna receta funciona y no tengo que ir haciendo comidas para unos y otros, la repito más de la cuenta y terminan hasta el gorro.
Ellos lo explican así: " Mamá, es que cuando te da por algo....te da ¿eh? "
Bueno, pues cuando lo vieron, y contra todo pronóstico, un poco más y me quedo sin comer. Menos mal que estuve rápida y espabilada, saqué el paño de cocina, y cual moscones, los espanté a todos. ¡¡¡ Que este pollo lo había hecho sólo para mí !!!........bueno, y para que sobrase y comerlo al día siguiente. Pero al final tuve que claudicar y repartirlo.
Se ve que ya se les pasó el hartazgo.
A mí es que preparar un asado me encanta, porque te permite ir haciendo otras cosas a la vez y a poco que lo tengas controlado, te comes una maravilla de plato. Y si lo haces en una bandeja de barro, mejor que mejor. Debo tener un ancestro alfarero, porque es un material que me encanta utilizar en la cocina, parece que le da un sabor especial a las comidas.
Ahora vamos al lío.
El pollo se presta a asarlo con innumerables acompañantes, pero quería hacerlo sólo de verduras y manzanas en esta ocasión.
Si no habéis probado nunca las manzanas con el pollo, os aseguro que combinan de una forma deliciosa, os va a sorprender, y junto con la cebolla, hacen más que apetecible este bocado. Yo hace años que utilizo esta combinación y creo que es perfecta.
Ponemos una cda. de aceite en el fondo de la bandeja del horno, a ser posible de barro. Si tienes una brocha, te será más cómodo extenderlo bien.
Cortamos la cebolla en juliana y la manzana en rodajas, mezclamos y las dejamos en la bandeja para que nos sirva de cama.
El pimiento lo partimos en cuatro, elimando semillas y nervaduras.
El pollo lo lavamos y secamos bien. Podeis hacerlo con piel o sin ella, en este caso la dejé y después se retira a la hora de comerlo. Lo pincelamos con la otra cda. de aceite, salpimentamos por las dos caras.
Añadimos los trozos de pimiento en las esquinas y el perejil sobre el pollo y llevamos al horno sin precalentar a 200º {si utilizas una bandeja de cristal o metálica, entonces precalienta el horno, pero el barro es mejor que vaya calentadose poco a poco para evitar roturas}.
Pasados cuarenta y cinco minutos, le damos la vuelta al pollo, añadimos la cerveza y dejamos otros cuarenta y cinco minutos.
Cuando haya pasado este tiempo, le damos la vuelta nuevamente, y con el horno apagado y la puerta entre abierta, lo dejamos quince minutos más.
La manzana y la cebolla podemos pasarla por la batidora junto con los jugos que han quedado en la bandeja, pero a mí me gusta ponerlas en el plato como guarnición.
Listo para comer. Espero que lo probéis y que os guste tanto como a mí.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios y correos preguntando por mi madre, vamos despacito, pero mejorando. De todas formas, de momento sigue ocupando tanto tiempo de mi día a día, que pasarme por vuestros blogs, sigue siendo imposible, y mira que tengo ganas.