Receta para hacer pollo al vino tinto
Si en anteriores recetas os enseñábamos como preparar pollo al curryo al limón, en la receta de hoy os proponemos un pollo al vino tinto, un plato con un sabor y aroma extraordinarios que sin duda hará las delicias de toda la familia.
Para la elaboración de este guiso hemos contado con la ayuda del último robot de cocina fabricado por la casa Kenwood; el KCook, un procesador de alimentos multifunción de fácil manejo con el que se pueden preparar todo tipo de guisos, salsas, cremas, y otras muchas elaboraciones. Atrás quedan los tiempos en los que el cocinero tenía que estar en todo momento pendiente de lo que se cocinaba en los fogones, de hecho, con este robot de atrás quedan incluso estos fogones. La aplicación de los últimos avances tecnológicos nos brindan máquinas que nos facilitan enormemente la labor de cocinar. El robot KCook constituye una buena muestra de ello. Para la elaboración de esta receta solo hemos tenido que pelar y trocear ligeramente unos pocos ingredientes, de todo lo demás se ha encargado este versátil procesador de alimentos.
Entre los ingredientes de esa receta destaca el uso de un vino tinto joven de la provincia de Jumilla, en Murcia, una tierra de viñedos en la que, desde haca décadas, se llevan elaborando grandes caldos. Si no podéis conseguir vinos jumillanos, usad al menos un vino de calidad.
¿Estáis preparados para elaborar un rico guiso de pollo al vino tinto?
¡Vamos allá!Vídeo de la Receta
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Ingredientes [Para 4 personas]:
Pechuga de pollo- 350 gramos
Champiñón - 150 gramos
Cebolla - 1 unidad
Dientes de ajo - 3 unidades
Pimiento verde - 1 unidad
Zanahoria - 2 unidades
Vino tinto - 250 mililitros
Caldo de pollo - 150 mililitros
Aceite de oliva - 3 cucharadas grandes
Sal - al gusto
Pimienta negra - al gusto
Hojas de laurel - 2 unidadesElaboración de la Receta
Pelamos los dientes de ajo y los reservamos. No es necesario que los piquemos, ya que de esta labor se encargará el robot KCook.
Procesamos también el resto de verduras. Por un lado, pelamos la cebolla y la cortamos en cuatro trozos. Hacemos lo mismo con las zanahorias. Quitamos las semillas al pimiento verde y lo troceamos también.
Acoplamos el bol de acero a la base del procesador. Ponemos las cuchillas y lo conectamos. Echamos en el bol los dientes de ajo, y los trozos de cebolla y pimiento verde. Ajustamos la tapa del bol. Seguidamente, pulsamos varias veces en el botón chop, con ello accionamos las cuchillas consiguiendo que los ingredientes que hay en el bol queden perfectamente picados. Dependiendo del tamaño que deseemos picarlos, accionamos durante más o menos tiempo el botón chop.
A continuación, quitamos la tapa, retiramos las cuchillas y acoplamos la pala de remover.
Añadimos un poco de aceite de oliva al bol, ajustamos la tapa y programamos 15 minutos en el intervalo de temperatura 2 (92ºC) y con intensidad de remoción intermitente con pausas cortas (nivel 2).
Pasados los 15 minutos, retiramos la tapa y añadimos al bol las hojas de laurel y las zanahorias troceadas. Ajustamos la tapa y programamos 10 minutos con la misma temperatura e intensidad de remoción que en el paso anterior.
Mientras tanto, limpiamos los champiñones y los cortamos en trozos.
Cuando haya transcurrido el tiempo programado, retiramos la tapa y echamos los champiñones en el bol. Añadimos también pimienta negra molida y sal al gusto. Tapamos y programamos 5 minutos con los mismos valores de temperatura y remoción que en los pasos anteriores.
Mientras se cocinan los champiñones, cortamos la pechuga de pollo en trozos de tamaño mediano.
Por último, echamos los trozos de carne en el bol, y vertemos el caldo de pollo y el vino tinto. Ajustamos la tapa y activamos el programa "una sola olla" que es ideal para cocinar guisos. Programamos 30 minutos a temperatura media (92ºC) y con remoción intermitente con pausas largas (nivel 3).
Pasado el tiempo programado, nuestro guiso de pollo está listo para servir.
Anotaciones y Consejos
Al acabar la cocción, el procesador de alimentos KCook entra de manera automática en el ciclo de "Mantener caliente". Durante los siguientes 30 minutos los alimentos se mantienen calientes, lo que supone una gran ventaja al permitirnos poder dedicarnos a otras tareas o incluso salir de casa para hacer algún recado con la tranquilidad de que al volver la comida estará lista para consumir.