Lo bueno es que esta salsa chutney se puede hacer todo lo suave, fuerte o picante que se prefiera, el chutney significa "aplastar" ya que debemos aplastar algunos de sus ingredientes (hay algunas veces que nos la encontramos sin aplastar) y es originaria del Oeste de la India y es muy común encontrarla en las casas ya que se conserva muy bien en un frasco varios días sin problema alguno, sobre todo por los ingredientes que tiene y su poder conservante.
El frasco ideal es de los que llevan la tapa incorporada con la goma a su alrededor y que cierran perfectamente.
En esta ocasión lo serví con unas hojas de lechuga, pero con arroz blanco estaría también muy bien o con unas verduras como judías verdes o un revuelto de espárragos trigueros, eso como siempre ya a gusto del cocinero.
Esta salsa se puede hacer de todas las frutas que podamos imaginar y siempre con la misma forma de elaboración, por ejemplo de frutas o verduras como:
Calabacín, berenjenas, tomate, calabaza, piña, fresas, mango, papaya...
Pechuga de pollo (sin hueso)
Sal y Pimienta
Harina
Pan rallado
1 Huevo (batido)
Limón (para aliñar la pechuga de pollo)
Aceite de Oliva para freír el pollo
Salsa CHUTNEY de Manzana & Peras
3 cucharadas de Aceite de Oliva
1 Cebolla mediana
2 dientes de Ajo
2 cucharaditas de jugo de Limón
2 cucharaditas de Salsa de Soja
Ralladura de Jengibre (poco)
1 cucharada de Azúcar moreno
5 o 6 cucharadas de Agua
1/2 Guindilla picante
1/2 Cucharadita de Canela
Un puñadito de piñones (Opcional)
10 trozos de Nueces (Opcional)
2 cucharaditas de Vinagre de Manzana o de vino (suave)
1 Manzana
2 Peras (pequeñas o una grande)
Se aliña la pechuga de pollo cortada en trozos medianos con el zumo de limón, se le echa sal y pimienta negra (recién molida).
Mientras se hace la salsa Chutney, empezamos calentando el aceite de oliva y ahí freímos el ajo cortado muy pequeño y cuando empieza a tener color añadimos la cebolla cortada al mínimo, se tapa.
Pelamos y cortamos la fruta en dados pequeños y lo añadimos a la olla de la cebolla y revolvemos todo un poco.
Ponemos el azúcar, la salsa de soja, el vinagre y el zumo de limón. Damos unas vueltas y dejamos cocer a fuego bajo y tapada la olla.
Dependiendo lo picante que lo queramos añadimos la guindilla al principio o al final, de la cantidad que pongamos así nos saldrá de picante, esta salsa chutney está especialmente buena picante, pero esto ya al gusto de cada uno.
Pasado unos 10 minutos ya estará lista y entonces con un tenedor aplastamos un poco la fruta y luego añadimos las nueces y los piñones, aunque estos dos ingredientes son opcionales.
Ponemos un poco de sal y apartamos.
Freímos la pechuga de pollo que la pasaremos primero por harina, huevo y pan rallado. Se fríe en abundante aceite de oliva y a fuego medio pues la pechuga está cortada bastante gruesa y se debe hacer bien por dentro.
Se escurre para quitar el sobrante de aceite y se sirve con la salsa caliente por encima.
Como os he contado antes se acompaña de lo que más nos guste, o verduras o arroz blanco o cous-cous.
Sed felices y cocinad esta receta italiana tan deliciosa.
Aquí os dejo el Facebook de La Taza de Loza por si os queréis pasar por ahí.