Mi suegra compró allá por octubre unos pollitos de "pota blava" para criarlos y comerlos para Navidad. Cómo es una exagerada, compró de más y aun estamos comiendo. Eso si, frescos, frescos, porque aun andan por el gallinero picoteando grano.
El pollo pota blava, (pata azul en castellano) es un pollo que se cría en El Prat y algunas de las poblaciones cercanas. Se caracteriza por tener las patas de un color azul oscuro y el plumaje rubio oscuro sin llegar a ser cobrizo. Es el único pollo de España que ha conseguido la indicación geográfica protegida (IGP)
Y después de está explicación os dejo con la receta que es mil veces mejor.
Ingredientes:
1 pollo pota blava
3 zanahorias
2 cebollas grandes
1 onza de chocolate
1 puñado de avellanas
1 puñado de ciruelas secas sin hueso
1 puñado de orejones
1 puñado de piñones
3 galletas maría
1 vaso de vino blanco dulce
Agua, sal y aceite
Preparación:
Tenemos que limpiar bien el pollo de plumas y pelitos. Lo salamos y lo ponemos a cerrar el poro en una cazuela de barro con un chorrito de aceite. Dejamos que se dore por los dos lados, mientras vamos picando la cebolla finamente y la zanahoria a tiras pequeñas.
Sacamos el pollo y lo reservamos.
Echamos en la cazuela la cebolla y la zanahoria y dejamos que se poche. Una vez pochada, añadimos las ciruelas, los orejones y los piñones. Damos unas vueltas y ponemos el chocolate y el pollo.
Por último incorporamos agua hasta casi cubrir el pollo, salamos y dejamos que cueza a fuego bajo durante casi una hora.
Hacemos una picada con las avellanas y las galletas. Agregamos el vino y lo tiramos por encima del pollo. Removemos para que lleguen los sabores a todas las zonas de la cazuela. Dejamos cocer unos 10min más y podemos servir.
Notas:
Los orejones y las ciruelas los podéis cortar a trozos o dejarlos enteros, eso va a vuestro gusto y a gusto de los comensales. Como yo tengo a Gorka, antes de que empiece a decir que si esto que es, esto no me gusta... prefiero cortarlo pequeño y así se come todo sin protestar.
Tened en cuenta que el pollo pota blava es más duro y por lo tanto hay que tenerlo cociendo más rato que el normal. Lo mejor es que vayáis pinchándolo para comprobar que cuando lo apaguéis está tierno.
Podéis cambiar las avellanas por almendras, las ciruelas por pasas...