Para ello, nos vamos a basar en la receta "Chicken pörkolt with galuska" que viene en el libro "Budapest Bites. Spicy & sweet hungarian home cooking" de Zsófia Mautner y de la editorial Libri.
El pörkolt es un guiso de carne espeso cocinado a fuego lento que se puede preparar con todo tipo de carne, ternera, pollo, cerdo o incluso pescado. Zsófia considera que es el guiso húngaro que se traduce como goulash en otros idiomas. Normalmente se sirve con pasta (galuska), patatas hervidas o, a veces, incluso con pasta simple en colegios o comedores de empresa.
Zsófia nos comenta que "De todos los guisos de carne este es mi favorito. Los jugos del pollo son agradablemente espesos y pringosos, especialmente si impregnan la piel o incluso las patas. Aquí también se aplica la regla básica: si el jugo de cocción es más líquido y al final se espesa con crema agria, se convierte en pollo paprikash. Las guarniciones clásicas son la galuska (bolitas de harina y huevo) y la ensalada de pepino con crema agria."
Los ingredientes que vamos a necesitar para cuatro personas son:
2 cucharadas de grasa de ganso
3 cebollas grandes
2 cucharadas de pimentón molido
4 muslos de pollo enteros
sal
pimienta
No he encontrado grasa de ganso por lo que he utilizado aceite de oliva virgen extra.
En cuanto a la carne, podemos cocinar 4 muslos de pollo enteros y pelados o no, cortados en dos partes cada uno, superior e inferior o 8 muslos o 8 contramuslos, dependiendo de la pieza de carne que te guste más.
Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es preparar tanto los ingredientes como los utensilios que vamos a necesitar. Pelamos y cortamos la cebolla en trozos grandes o en brunoise, como yo lo suelo hacer.
Calentamos el aove en una cacerola grande, a mí me guasta hacer estas recetas en cocottes. Cuando aún no esté caliente, añadimos la cebolla picada y agregamos sal para que la cebolla suelte un poco de jugo, ayudando a que se ablande más rápido y reduciendo el riesgo de que se pegue. Removiendo de vez en cuando, la dejamos saltear a fuego alto hasta que esté ligeramente traslúcida.
A continuación, retiramos la cacerola del fuego, añadimos el pimentón molido y removemos. Siempre es una buena idea agregar pimentón molido a una base de cebolla para asegurarnos de que no se queme y adquiera ese sabor amargo.
Añadimos el pollo y les damos la vuelta para que el pimentón y la cebolla cubra uniformemente las piezas de carne. Regresamos al fuego y cocinamos unos minutos. Sazonamos con sal y pimienta.
Primero, vertemos sólo 150 ml de agua y cocinamos a fuego alto. Reponemos el agua gradualmente mientras se cocina. Yo le he añadido 250 ml de agua dos veces más y 125 la última vez, cocinándolo destapado durante una buena hora. Si al final la salsa queda demasiado líquida, subimos el fuego. Cocinamos el pörkölt hasta que la salsa espese.
Si lo preparamos para comerlo al día siguiente, es mejor que la salsa no quede muy espesa para que al calentarlo de nuevo, no se quede demasiado espesa o se nos queme, corriendo el riego de que el pimentón amargue.
Presentación:
Lo vamos a servir en platos llanos grandes acompañado de Galuska, que es como nos recomienda Zsófía.
Si quieres hacer la pasta aquí tienes la receta de la pasta galuska que acompaña a esta receta de pollo en salsa.
¿Qué te parece este guiso de carne? Más sencillo no puede ser y está buenísimo. El aroma que desprende la salsa con el pimentón es increíble. Cuando la pasta se mezcla con la salsa de cebolla y pimentón está increíble.
Bon appétit!