Aprovechando que estos días hace frío y que la mujer es vasca, esta noche he querido sorprenderla con este potente, rico y barato plato.
Aunque como siempre suelo hacer, siempre he de alterar algo al plato que cocino, la auténtica porrusalda lleva los puerros cortados a trozos (yo he optado picarlos), tampoco la auténtica lleva ajo, ni azafrán, en algunos casas también le añaden zanahoria, pero bueno, como la hice yo quedo rica y eso que la verdura sin chicha, que se la coman los caracoles.
Ingredientes (4 personas):
2 puerros grandes
4 patatas medianas
2 pastillas de concentrado de carne
2 ramitas de perejil fresco
Azafrán (colorante alimentario)
Aceite de oliva
Sal (para rectificar, el concentrado de carne lleva mucha sal)
Preparación (90 minutos):
Aunque se puede preparar mucho más rápido (incluso se puede utilizar la olla exprés), como no tenía prisa opte por cocinar la porrusalda a fuego medio.
Colocamos una olla a fuego fuerte, con un generoso chorro de aceite de oliva.
Mientras se nos calienta el aceite troceamos finamente los puerros, desechando las raíces y la parte verde.
Añadimos al aceite caliente.
Pelamos, lavamos y troceamos las patatas a daditos grandes, como si fuéramos a hacer patatas bravas, si en lugar de cortar las patatas las chascamos nos quedara un caldito más espeso, aunque no es imprescindible.
Sofreímos las patatas con los puerros, hasta que los puerros estén blanditos, removiendo continuamente, para que no se nos pegue, recordar que estamos cocinando a fuego fuerte.
Cuando los puerros estén blanditos, cubrimos con agua (o caldo, si añadís caldo, no es necesario el concentrado de carne), el colorante, las pastillas de concentrado de carne y dejamos a fuego medio, alrededor de una hora, o hasta que las patatas estén tiernas.
Servir y espolvorear con perejil fresco picadito.