Halloween, San Valentín, San Patrick y ahora también Easter. La blogosfera tiene su propio calendario y en estos momentos está llena de huevos decorados y preciosos conejitos. Los escaparates de muchas tiendas también aparecen decorados con estos elementos y como yo no tenía muy claro su significado, me he puesto a buscar un poquito de información.
En la mayoría de los países católicos, la Pascua gira entorno a la muerte y resurreción de Jesucristo. En España, se vive esta fiesta de manera muy tradicional con procesiones y torrijas incluidas.
Sin embargo, en países como Estados Unidos, de donde se ha importado esta moda como todas las demás, la celebración de la Pascua prescinde de grandes despliegues religiosos. El domingo de Pascua se suele celebrar la famosa búsqueda de huevos de chocolate: los adultos esconden huevos de plástico rellenos de dulces o pequeños regalos y los niños juegan a encontrarlos. Los niños creen que es el conejo de Pascua el que ha escondido esos huevos. Durante esos días, es muy común en las casas la decoración de huevos cocidos como actividad de los más pequeños.
¿Por qué huevos y conejos? La explicación es muy sencilla: tanto el huevo como el conejo se relacionan con la fertilidad y lo que se celebra de alguna manera es el fin del invierno y la llegada de la primavera. En Alemania, las pastelerías comienzan a comercializar los huevos de chocolate, costumbre que se ha extendido prácticamente a todo el mundo.
Espero que esta entrada les haya servido para aclarar un poco toda esta mezcla de celebraciones. Comienza la Semana Santa y no sé si me pondré a decorar huevos pero de lo que sí estoy segura es que intentaré ir en busca del sol. La próxima semana traeré algunas recetas vestidas de Pascua así que aunque estén de vacaciones no dejen de pasar por aquí.
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