Como sabéis, en El Fogón de la Cocina nos encantan las recetas de comida bien elaboradas con distintos niveles de dificultad, desde unas clásicas galletas de jengibre hasta una exótica causa limeña. Sin embargo, más allá de las elaboraciones, lo que también nos interesa especialmente es la materia prima, y por ello, en esta ocasión os vamos a hablar de la Denominación de Origen Queso Manchego sus particularidades y formas de reconocer un auténtico queso de la tierra del Quijote.
El auténtico queso manchego se caracteriza por estar elaborado entre las provincias de Ciudad Real, Albacete, Cuenca y Toledo con leche de oveja manchega certificada con controles morfológicos y sanitarios de las ganaderías y tener un periodo de maduración mínimo de sesenta días.
A la hora de identificarlo, tendremos que tener en cuenta estos elementos: etiqueta de Denominación de Origen con su logo oficial en la etiqueta comercial del queso (sustituida por una banda de color azul o verde en caso de pequeños tamaños), etiqueta comercial con la palabra “MANCHEGO” y marca incrustada en la corteza con los términos "España, Denominación de Origen, MANCHEGO".
En la imagen de aquí abajo puedes ver estos signos distintivos:
Fisicamente también son fáciles de identificar, aunque su fama ha llevado a muchos a tratar de imitarles así que no os fiéis si no incluyen la etiqueta oficial. Son quesos con corteza dura en un tono amarillo pálido o verde oscuro casi negro. Por dentro lo verás entre blanco y marfil amarillento según el grado de madurez, y al paladar notarás su textura mantecosa y algo harinosa, así como su sabor fuerte y un tanto ácido e incluso picante entre los más curados.
Este tipo de queso es ideal para tomar en un picoteo, loncheado en triángulos o bien en taquitos, o preparar deliciosas recetas como unas croquetas con queso manchego.
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