Hoy vamos a disfrutar, saborear y compartir un delicioso queso al horno. Para elaborar esta receta me he basado en la receta de queso brie al horno que Erin Gleeson comparte en su libro "La cocina del bosque". ¿Nos acompañáis a preparar mi versión de esta receta?
Los ingredientes que vamos a necesitar para elaborar un bonito, crujiente, aromático y delicioso queso al horno son:
1 masa quebrada
1 queso brie
1 diente de ajo
1 cucharadita de perejil fresco
1 cucharadita de romero fresco
La masa quebrada si es redonda mucho mejor.
Si el diente de ajo no es grande, utilizaremos dos, según el gusto de cada uno.
Si no tenemos la hierbas aromáticas frescas podemos utilizar romero y perejil secos, teniendo en cuenta que el aroma y sabor serán más suaves.
Preparación:
Precalentamos el horno a 190ºC con calor arriba y abajo.
Lavamos y secamos las ramitas de romero y perejil. Desojamos las ramitas y picamos las hojas. Pelamos el ajo y lo picamos muy bien o lo metemos en un prensa ajos. Cascamos un huevo, lo batimos y reservamos.
Extendemos la masa quebrada sobre una bandeja de hornear. Como la masa quebrada viene enrollada sobre papel de horno, no hace falta que pongamos uno sobre la bandeja de horno, utilizamos en el que viene la masa.
En el centro, prensamos el ajo y espolvoreamos las hierbas aromáticas.
A continuación, colocamos el queso sobre la mezcla anterior y plegamos la masa por encima presionando para sellarla. Si vemos que sobra masa, podemos cortarla y usarla para la decoración.
Le damos la vuelta, de manera que quede el lado liso hacia arriba y en el que están los pliegues hacia abajo, y decoramos con la masa que nos ha sobrado.
Pintamos con el huevo batido y llevamos al horno a una altura media-alta y horneamos durante 20 minutos o hasta que adquiera un tono dorado.
Presentación:
Lo servimos caliente y acompañado de rebanadas de pan.
Si te gusta el queso te puedo asegurar que esta fácil receta te va a conquistar, ya no solo por su originalidad y sencillez sino también por su aroma y sabor.
Bon appétit!
Fuente: este post proviene de Pequeños Accidentes, donde puedes consultar el contenido original.
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