El queso mozzarella es uno de los ingredientes más típicos de la cocina italiana, tal vez el más conocido junto a la pasta y la pizza. Se utiliza en multitud de recetas famosas, como la pizza napolitana, la ensalada caprese, la “frittata”, pastas rellenas… Se suele decir que todo está bueno si le añades un poco de queso mozzarella.
Un estudio dice que el 95% de los italianos comemos queso mozzarella por lo menos una vez al mes, pero pocos conocen las características de este queso; es muy versátil, se puede utilizar prácticamente de cualquier forma, fundido, rallado, gratinado… Podemos encontrar varios tipos de queso mozzarella, los más famosos y utilizados son la mozzarella de búfala y la mozzarella “fiordilatte”, más adelante os cuento las características de cada una.
Historia del queso Mozzarella
La mozzarella nace en la edad media, creada a partir de leche de vaca o de búfala y que solucionaba un problema muy común en la antigüedad, la conservación. Las búfalas de la zona de Nápoles producían una leche muy apreciada, pero que debido a los largos tiempos de transporte, se volvía ácida e inservible, por lo que se empezó a elaborar el queso mozzarella, un queso fresco que permitía conservar la leche sin problemas.
Su nombre viene del método de preparación, la “mozzatura”, la separación de las pequeñas bolas de mozzarella que se realiza entre dos personas y le da esa particular forma de bola.
Cómo reconocer la Mozzarella
Existen varios tipos de mozzarella, así como tamaños y presentaciones dependiendo de la necesidad que tengamos. El queso mozzarella tradicional se reconoce por las siguientes características:
Es blanca porcelana y tiene una textura esponjosa compacta.
Al cortarla, deja caer un poco de suero con aroma a leche.
Se prepara con leche de vaca o búfala.
Tiene una fina capa que la recubre, como una piel de cerca de un milímetro de grosor.
Se presenta en forma de bola (ciliegina), trenza (treccia) o en envase (tondeggiante). Tipos de Mozzarella
Dependiendo del tipo de leche, la procedencia y la elaboración, el queso mozzarella se puede clasificar en los siguientes tipos:
Mozzarella de búfala campana: El queso mozzarella con denominación de origen “DOP” (denominazione d’origine protetta). Se prepara sólo con leche de búfala de la Campania y el bajo Lazio.
Mozzarella de búfala: Preparada con leche de búfala de cualquier zona, sin denominación de origen.
Mozzarella con leche de búfala: Esta mozzarella se prepara con una mezcla de leche de vaca y búfala. Es menos grasa que las anteriores y más suave.
Mozzarella tradicional: Está preparada sólo con leche de vaca fresca, según el método tradicional. Tiene un sello de la Unión Europea que garantiza que es un producto italiano.
Fiordilatte: La más suave de todas, se prepara con leche de vaca, pero contiene una mayor cantidad de agua y se consume muy fresca, dentro de los tres días después de la elaboración. Es la ideal para cocinar y rellenar nuestras recetas. Consejos de preparación
A pesar de sus cualidades, no todos los tipos de queso mozzarella se pueden utilizar para cocinar, debido al agua y la leche que dejan durante la cocción, lo cual podría afectar al resultado de la receta. Aquí tenéis algunos consejos para preparar de la mejor forma vuestra mozzarella.
Para preparar la mozzarella o fiordilatte para rellenar o gratinar nuestros platos, la dejaremos reposar durante una hora antes de utilizarla, así pederá gran parte de su agua.
Se debe conservar entre 15 y 18º, teniendo en cuenta que si se mete en la nevera, perderá algunas de sus características particulares.
Antes de servirla para comerla cruda, tenemos que meterla en un bol con agua caliente durante 2 minutos.
Para conservarla en el frigorífico, le dejamos el agua del paquete y, si la vamos a consumir enseguida, le ponemos un poco de sal para que coja sabor.
La entrada Queso mozzarella, usos y cualidades aparece primero en Velvet and Pasta.