Estamos en otoño, una estación que a mi personalmente no me gusta demasiado. Los días son más cortos, las temperaturas bajan, volvemos a las carreras de todos los días... cole, tareas, actividades extraescolares... y todo eso compaginado con el trabajo fuera de casa. Atrás queda el verano, para mi mucho más relajado.
Pero no todo va a ser malo...En el otoño tenemos productos de temporada que no encontramos el resto del año, como las castañas, los boniatos.... y los níscalos.
El níscalo o rovellón es un hongo que crece en pinares y bosques mixtos. Tiene una carne densa y compacta, con un olor suave y dulzón. La podemos preparar asada, guisada, como complemento en los guisos de carne.... Pero también en forma de tarta salada o de quiche.
Sí te gustan los níscalos esta receta te va a encantar. La combinación con los piñones y el romero le da un sabor muy " a campo".
Con esa receta participo en el II Concurso "Rebaña el plato", en el que hay que elaborar una receta con setas, champiñones o cualquier otro hongo.
Os cuento como lo hice, es bien fácil y está bien rica.
Ingredientes:
1 base de masa quebrada
250 gr de níscalos
200 gr de crème freîche
80 gr de bacon en dados
3 huevos grandes
2 cucharadas soperas de piñones
2 cucharadas de romero fresco picado
2 dientes de ajo
1cucharada de perejil fresco picado
Sal y pimienta
Aceite de oliva
Preparación
Primero se preparan los níscalos. Por lo general suelen tener bastante tierra, pero tenemos que evitar sumergirlos en agua para que no absorban más humedad de la que de por sí ya tienen. Lo ideal es limpiarlas con un trapo húmedo. Lo que yo suelo hacer es retirar lo gordo con un pincel y luego le paso el trapo húmedo para terminar de limpiarlas.
Una vez limpios, las vamos a saltear. Picamos los ajos en láminas, los doramos un poco en una sartén con aceite de oliva e inmeditamente echamos los níscalos partidos en trozos grandes. Rehogar a fuego suave, con un poco de sal y pimienta, hasta que hayan soltado todo el agua y estén tiernos. Añadir el perejil picado en el último momento.
Reservar los níscalos.
Precalentar el horno a 180º, calor arriba y abajo.
Como vamos a rellenar la masa con un relleno que es líquido, conviene hornearla antes para evitar que se ablande y, de esta forma, salga más crujiente.
Forrar un molde con la masa quebrada,pinchar toda la superficie para evitar que se levante la masa, tapar con papel vegetal, podéis usar el papel que trae la masa, cubrir con legumbres secas ( garbanzos, alubias) e introducir al horno durante unos 10-15 minutos.
En un bol batir los huevos enteros, añadir la nata (crema de leche), el bacon, los piñones y los níscalos rehogados.Reservar.
Una vez que este la masa lista, sacar del horno , retirar el papel y las legumbres y volcar el relleno. Volver a introducir al horno durante unos 20-25 minutos, hasta que veamos que esta cuajada. En los últimos 5 minutos de cocción, añadir el romero finamente picado por toda la superficie.
Sacar del horno y dejar que se temple sobre una rejilla.Es preferible que se enfríe desmoldada para evitar que absorba la condensación que se produce en las paredes del molde, pero hay que hacerlo con mucho cuidado ya que se nos puede ir al traste el invento. Para ello son ideales los moldes con base desmontable o colocar un papel de hornear entre la base y el molde. De esta forma notaréis que la textura de la masa cambia, estará más crujiente.
Espero que os haya gustado mi propuesta y que os animéis a prepararla. Sí os surge alguna duda solo tenéis que preguntar, estaré encantada de contestar.