La tarta Sacher sin azúcar que he preparado para hoy, es sin duda una de mis tartas favoritas hasta la fecha. Con varias capas de bizcocho, albaricoque y chocolate. ¡Una delicia!
La tarta Sacher, o Sachertorte en alemán, es una tarta típica de Austria que se prepara con varias planchas de bizcocho de chocolate, mermelada de albaricoque, y una ganache que lo cubre todo por encima.
Como os podréis estar imaginando, la tarta Sacher es, además de famosa en el mundo entero, una bomba calórica. Además, como todas las recetas famosas, hay mil versiones para todos los gustos. De hecho, cuando vamos a un restaurante es muy común ver que tienen tarta Sacher, aunque la mayoría de veces no se le parece, es congelada, etc. A mí en los restaurantes me da mucha pena llegar al momento postre, porque o son puro azúcar, o congelado, o me decepciona
Eso sí, voy a veces a un italiano donde hacen una panna cotta casera que te mueres.
Dejando esto a un lado (que me lío), y como no podía ser de otra manera, yo hoy os voy a enseñar mi propia versión de esta tarta: una tarta Sacher sin azúcar.
La he adaptado para intentar reducir los hidratos de carbono, obviamente no lleva azúcar, y la clave estará en controlar bien las cantidades. Por ejemplo, bañar con la ganache justa, sin pasarse, cortar la ración adecuada, etc. Podemos comer tartas sin problema, pero siempre y cuando ajustemos la ración a nuestras necesidades (cada uno sabe cómo tiene la glucosa).
Queda de vicio. Una textura esponjosa y jugosa a la vez gracias a las almendras y la mermelada. Un sabor increíble. La verdad es que cuesta lo de las cantidades, ¡hay que controlarse!
La división de la tarta se puede hacer en 2 o 3 planchas, es decir, cortando el bizcocho de chocolate en 2 o 3 trozos, con lo que nos queda o una o dos capas de mermelada. En realidad a nivel nutricional da igual, porque vamos a poner las mismas cantidades de todo, es solo a nivel estético (a mí me gusta más en 3).
El molde que he usado es de 18cm de diámetro
Sí que si queréis hacerla más pequeña, pues con un par de divisiones quedará mejor.
Si no os gusta este formato, que es el tradicional, o queréis limitar más/mejor, siempre os queda hacer la versión mini
Receta de mini tartas Sacher
Estoy muy contenta con el resultado, me he llevado la tarta para comer en familia y ha llegado para todos de sobra. Es algo laboriosa, porque hay que hacer las capas, la mermelada (que se puede comprar hecha pero yo la he preparado en casa), la ganache y montarlo todo, pero no es complicada de preparar. Y un día es un día
Para no tener una receta muy larga, parto de la base de que ya habéis preparado el bizcocho. Lo podéis hacer con esta receta:
Bizcocho de chocolate sin azúcar
Y ahora sí, os dejo con la receta de la tarta Sacher sin azúcar
Información Nutricional
Cada ración de 60gr de tarta Sacher sin azúcar contiene:
191,80kcal
10,62gr HC
Hay que cortar la tarta en 24 trozos, quedan unas raciones suficientes, y si nos pasamos estaremos tomando más hidratos de carbono de la cuenta. Es recomendable hacer algún tipo de ejercicio leve tras comerla, como caminar o hacer cosas en casa.
Ingredientes:
1 bizcocho de chocolate sin azúcar (receta arriba y en el paso a paso), 250gr de mermelada de albaricoque sin azúcar, 130gr de chocolate sin azúcar para fundir, 100ml de nata (crema de leche), 20gr de mantequilla light
Instrucciones:
Empezamos cortando el bizcocho de chocolate para hacer 2 o 3 planchas, a vuestro gusto. Para que sea más fácil, podéis usar una lira o cortarlo con un cuchillo grande sin dientes. Para guiarnos podemos clavar varios palillos marcando el corte (yo pongo 4 por capa, uno en cada punto cardinal).
Para que quede bien recto y liso, la base del bizcocho será la parte de arriba de la tarta (damos la vuelta al bizcocho). Colocamos la primera capa sobre un plato, y pincelamos con un poco de almíbar que haremos con 3 cucharadas de agua caliente y 1 de mermelada de albaricoque.
Cubrimos con la mermelada (la mitad si hacéis 3 capas, o toda si hacéis 2), repartiéndola con una lengua de gato por toda la superficie. Queda una capa finita.
Ponemos la segunda capa de bizcocho encima, centrándola bien. Si solo tenéis dos capas, saltaos esto: Repetimos el proceso, pintando con el almíbar y extendiendo el resto de la mermelada. Acabamos poniendo la última plancha de bizcocho bien centradita.
Ahora preparamos la ganache. Empezamos calentando la nata (crema de leche) en un cazo a fuego medio-alto, junto con la mantequilla. Fundimos e integramos la mantequilla removiendo, y justo antes de que empiece a hervir retiramos del fuego.
Vertemos la nata (crema de leche) caliente sobre el chocolate troceado, en un bol. Removemos hasta que se derrita y se integre por completo.
Dejamos atemperar unos minutos, sin dejar de remover, para que quede una ganache lisa y brillante.
Colocamos la tarta sobre una rejilla, y la cubrimos con la mitad de la ganache, ayudándonos de una espátula para repartirla por los bordes y paredes. Es posible que queden huecos, no pasa nada. Dejamos enfriar unos minutos (5 o así), y vertemos el resto de la ganache. Ahora ya quedará mucho más liso.
Dejamos enfriar en la nevera hasta que el chocolate no nos manche al tocarlo, servimos, ¡y listo!
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