Para preparar esta simple pero suculenta receta solamente necesitamos:
200 g de gambas frescas peladas
2 dientes de ajo
Perejil picado
2 cucharadas de aceite
Ponemos a calentar una sartén con el aceite.
Pelamos y picamos los dientes de ajo y los añadimos a la sartén.
Cuando esté dorado el ajo incorporamos las gambas y las vamos salteando para que se cocinen bien.
Espolvoreamos con perejil picado y removemos para que se mezclen bien todos los sabores.
Servimos en un plato de barro para darle ese toque tan típico de tapa que debe tener este plato y lo llevamos a la mesa mientras esté aún caliente.
¡Y a disfrutar!