¡Hola a tod@s!
¿Qué tal la noche de Halloween? ¿Os habéis disfrazado, bebido muchos cocktails sangrientos y dado muchos sustos? Y lo más importante, ¿habéis comido algo terrorífico? A los que hayáis respondido con un enorme ¡¡síii! (bueno, sin gritarlo que los cocktails para vampiros dan una resaca mortal :P) os encantarán estos Red Velvet Cupcakes, tan monos. Y los que no habéis celebrado todavía la noche de los muertos, ¡tranquilos!, no nos hemos olvidado de vosotr@s. Para convertir este adorable postre en un dulce aterrador podéis echarle sirope de fresa por encima, hacer unas arañas con fondant o para los más atrevidos… desvelar a vuestros invitados los millones de calorías que tienen (risa maléfica ¡ahahahah!).
La receta del bizcocho de Terciopelo Rojo, aunque es originaria de Estados Unidos, hoy la hemos traído directamente de la que se dice que es una de las mejores tiendas de cupcakes del mundo: la Peggy Porschen Parlour, situada en Londres, en el distrito de Belgravia. Si tenéis la oportunidad de disfrutar de una de sus creaciones en la ciudad de los autobuses rojos, no dudéis en aprovecharla, marcará un antes y después en vuestros paladares culinarios. Mientras tanto, os dejamos aquí su receta para que podáis probar un pedacito sin moveros de vuestras casas, porque desgraciadamente todavia no envían pedidos a España. ¿Empezamos?
Ingredientes para el bizcocho...
120g. de mantequilla a temperatura ambiente.
320g. de azúcar.
Media cucharadita de sal.
1 cucharada de extracto de vainilla.
2 huevos XL.
275g. de harina de repostería.
2 cucharadas de cacao en polvo.
260g. de buttermilk o suero de leche*.
38 ml., 7 cucharaditas, de colorante alimentario rojo. (Para nuestro gusto es demasiado colorante. Nosotras echamos 3 cucharaditas de colorante Wilton rojo Navidad y queda perfecto.)
1 ½ cucharadita de vinagre de vino blanco.
2 cucharaditas de bicarbonato sódico.
*Si no encontráis la buttermilk en el supermercado (si la tienen suele estar donde los yogures), echad a 250 g. de leche una cucharada de zumo de limón y dejadlo reposar 5 minutos. Ya tenéis listo vuestro suero casero. Sí, tiene el aspecto de leche cortada, no os asustéis.
Ingredientes para la buttercream de vainilla...
250g. de queso crema, tipo Philadelphia.
250g. de mantequilla a temperatura ambiente.
625g. de azúcar glass.
1 ½ cucharadita de extracto de vainilla.
Con las manos en la masa...
Precalentamos el horno a 175º y forramos dos placas de muffins de 12 huecos (si tenéis una de 24 sois mis ídolos).
Mientras está listo el horno vamos preparando la masa del bizcocho. Ponemos la mantequilla, el azúcar, la sal y el extracto de vainilla en un bol y batimos (con varillas eléctricas o robot de cocina, mejor) la mezcla hasta que esté esponjosa y homogénea. En un cuenco, rompemos, un poco los huevos (no batir, no estamos haciendo tortilla) y los incorporamos a la mezcla anterior. mezclamos hasta que esté todo perfectamente integrado.
En otro cuenco tamizamos la harina y el cacao. En un vaso o jarra mezclamos la buttermilk (industrial o casera) con el colorante e integramos bien (sí, sigue teniendo aspecto de leche cortada pero roja). Añadimos la mitad de la preparación de la harina a la mezcla de ingredientes húmedos seguida de la mitad del suero sangriento. Integramos bien y añadimos las otras dos mitades restantes.
En un vasito ponemos el vinagre con el bicarbonato (saldrán burbujas, modo alquimista y lo incorporamos a la masa.
Con la ayuda de una manga pastelera o una cuchara, rellenamos los moldes a dos tercios de su altura. Horneamos 15-20 minutos (depende un poco del horno). Estarán listos cuando insertemos un cuchillo en el centro y salga completamente limpio. Los dejamos reposar en una rejilla antes de decorarlos.
Nos ponemos manos a la obra con la buttercream: colocamos en un cuenco el queso tipo Philadelphia y lo batimos hasta que esté liso y cremoso.
Situamos en otro bol la mantequilla y un tercio del azúcar y batimos la mezcla hasta que blanquee y esté esponjosa. Incorporamos otro tercio y repetimos la operación. Añadimos el tercio restante y batimos de nuevo.
Incorporamos la crema de queso preparada, el extracto de vainilla y mezclamos a velocidad baja hasta obtener una mezcla perfectamente homogénea. Rellenamos una manga pastelera y decoramos nuestros cupcakes. ¡A disfrutar!