El Carnaval ya está a punto de dar el pistoletazo de salida y con él la cuaresma y en esta época hay un rey indiscutible de las recetas saladas: el bacalao. Es un pescado que preparamos a menudo como plato principal y os hemos traído varias recetas como el bacalao con natas, el bacalhau à brás o el bacalao al alioli. Pero también es el ingrediente idóneo para preparar un buen entrante, como estos buñuelos de bacalao o esta brandada. Esta vez os proponemos una receta mucho más sencilla y muy rápida de preparar, por eso si os gusta tanto como a nosotras seguro que la prepararéis a menudo.
¿Qué necesito?
350 gr de bacalao desmigado
6 pimientos de piquillo
1 cebolla
2 dientes de ajo
4 huevos
aceite de oliva
sal
pimentón dulce
¿Cómo lo hago?
El ingrediente principal de esta receta es el bacalao. Así que, como es obvio, según el bacalao que elijáis, puede variar muchísimo el sabor. Naturalmente, si disponéis de tiempo, la mejor opción es comprar bacalao salado y desalarlo en casa uno o días antes (dependiendo del grosor de los lomos). Si vais pillados de tiempo y queréis, por ejemplo, preparar esta receta como cena rápida, podéis optar por los lomos de bacalao congelado ya desalado (yo los he comprado en alguna ocasión, pero confieso que no tienen ni la misma textura ni el mismo sabor). Dicho esto, elijáis el bacalao que elijáis, lo primero será desmigar el bacalao y desechar las posibles espinas. Reservamos.
Picamos bien troceadita la cebolla y la sofreímos en un chorrito de aceite. Cuando esté pochadita, incorporamos el ajo bien picadito, sofreímos un par de minutos e incorporamos las migas de bacalao.
Mientras se cocina el bacalao, cortamos en trozos el pimiento y lo añadimos a la sartén. Dejamos que se cocinen todos los ingredientes juntos para que coja sabor a fuego no muy fuerte.
Por último, añadimos los huevos y a fuego suave, le damos unas vueltas a todo hasta que cuaje el huevo. Rectificamos de sal si fuese necesario (tened en cuenta que el bacalao ya le da a veces el punto de sal necesario). Retiramos de la sartén y servimos.
¿Rápido y sencillo, verdad?
¿Qué más necesito saber?
Este revuelto además de ser ideal como primer plato o como plato único para una cena, es la guarnición ideal para elaborar una tosta con un buen pan rústico.